Oraciones milagrosas, poder de la asistencia divina
Las oraciones milagrosas son empleadas por las personas en momentos de profunda necesidad y desesperación. Se trata de situaciones complejas que amenazan la estabilidad y tranquilidad y es cuando se hace necesaria la asistencia divina.
Las oraciones milagrosas se realizan directamente a Dios o algún santo para que intercedan para alcanzar la prosperidad, el amor, la estabilidad, la salud, entre otras tantas peticiones.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
También se emplean para alejar y destruir hechizos y maleficios. Los tres principales Arcángeles también son invocados en estas oraciones.
Existen oraciones que se realizan para unir a dos personas cuando se pretende a alguien . En estos casos se pide con fe que la atención se centre en un nuevo objeto amoroso.
Lee también: Oraciones Hoʻoponopono para el perdón
3 oraciones milagrosas
Oración milagrosa para pedir lo que se pretende
En momentos en que el corazón se encuentra más afligido, los especialistas en terapias espirituales recomiendan que se realicen las oraciones milagrosas varias veces al día.
En ocasiones no es necesario seguir una guía o una oración que ya se encuentra compuesta. Puede hacerse con sus propias palabras, utilizando términos que le son comunes y que se adaptan a las realidades que se le presentan.
En muchos casos, se produce un proceso de liberación interior para poder desapegarse de los conflictos. El principal error de quienes realizan las oraciones, es subestimar la asistencia de Dios y pretender recomendar a Dios lo más conveniente para nosotros.
Se olvida que el plan divino contempla todas las situaciones y sabe lo que es compatible con nuestras necesidades. La mejor oración es aquella que se realiza desde la humildad y la entrega.
Es importante que se haga una sencilla entrega a Dios. Hablarle con serenidad pero también con sencillez para poder abrir el corazón y la mente y comprender los designios.
Cómo hacer una oración milagrosa con poder
Aunque se sabe que cualquier lugar puede ser empleado para realizar una oración efectiva, existen algunas recomendaciones para poder alcanzar el mejor ambiente para que fluyan las palabras.
- Sentarse o recostarse.
- Visualizar y concentrarse en el milagro requerido.
- Procurar una oración que se adecúe a la intención que se tiene o parafrasear alguna.
- Meditar por unos minutos en torno a lo que se necesita.
- Sentir la presencia de Dios que acompaña la oración.
- Cerrar los ojos para visualizar que lo que se pidió se interioriza.
- Si se concilia el sueño, la oración será más asimilada.
- Dar gracias en todo momento por las gracias alcanzadas y todas aquellas que están por venir.
La abundancia espiritual y material puede ser obtenida a través de las oraciones.
Oración milagrosa para pedir imposibles
¡Oh María, Virgen Soberana, gloria de los justos, Hija humildísima del Padre, Madre Purísima del Hijo, esposa amadísima del Espíritu Santo!
Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas;
María, llena de bondad y clemencia, me acerco a ti y te invoco en estas horas de amargura para implorar tus favores.
Madre admirable, Madre de la divina gracia, verdadero consuelo del que llora, abogada dulcísima de los pecadores, presencia de Dios constante, ten piedad de todos aquellos a quienes amo;
y por tu Inmaculado Corazón, Sagrario y Templo de la Santísima Trinidad, asiento de tu poder, trono de sabiduría y océano de bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en nuestro corazón un nido en que repose para siempre.
Alcánzame lo que tanto me hace falta, lo que con todo el fervor de mi alma te pido, por los merecimientos de Jesús y los tuyos, si es para gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma.
Acudo a ti como poderosa intercesora para pedirte por esta muy difícil necesidad, por este imposible problema que tanta desesperación me causa y que me resulta inalcanzable por mis débiles medios:
(hacer la petición con inmensa confianza) y, aunque para mi es casi imposible de conseguir, en tu mano está el concedérmela, y de este modo pueda yo ver resueltos las dificultades, preocupaciones y dolor que me provocan esta situación angustiosa.
¡Virgen Santa, noble reina de los ángeles, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre!.
Tú que nos pones en comunicación con tu Hijo, que nos das los medios para llegar al Altísimo, te imploro presentes mis peticiones para que reciba urgente auxilio.
María, Santa Señora, ruega por todos nosotros a tu Santísimo
Hijo, nuestro señor y Maestro.
Te puede interesar: