Oráculo de Delfos, un lugar cargado de energía
Delfos era considerado por los griegos como el ombligo de la tierra. Allí se ubicaba el templo del dios Apolo en el siglo VIII a. C. y desde ese momento eran habituales las peregrinaciones para hacer preguntas al Oráculo de Delfos.
¿Para qué servía el Oráculo de Delfos?
Todo aquel que se acercaba hasta los pies del monte Parnaso, donde se ubicaban la ciudad de Delfos y el recinto de Apolo, donde se encontraba el Oráculo de Delfos, iba en busca de una orientación o de una respuesta a alguna incógnita que tenían en sus vidas.
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El Oráculo de Delfos también era visitado por todos los que querían que alguno de sus deseos se cumpliese.
Cuenta la leyenda que Layo, el padre de Edipo, fue advertido de que su propio hijo le mataría y se casaría con su mujer. También cuenta la leyenda que Edipo conocía su futuro y que luchó en vano para no cumplir la predicción que, finalmente se cumplió.
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¿Cómo se consultaba el Oráculo de Delfos?
Cuenta la leyenda que el Oráculo de Delfos estaba a cargo de una vieja sacerdotisa llamada Pitia. El solicitante tenía que hacer su pregunta y la respuesta la conocería por boca de Pitia.
En el templo también se encontraba un profeta que hacía de intérprete cuando las palabras de Pitia resultaban ininteligibles.
Se cuenta que cuando el solicitante realizaba la pregunta, Pitia se dirigía hacia el altar, masticaba hojas de laurel, bebía agua y absorbía vapores y, al inhalarlos, las palabras comenzaban a salir de su boca con un delirio que muchos pensaban que estaba siendo poseída.
¿Cuánto hay de verdad y cuánto de mito? Lo cierto es que es difícil de discernir pues estos conocimientos proceden de escritos de la época que, en muchos casos, son contradictorios.
Algunos datos científicos sobre el Oráculo de Delfos
Dejando a un lado todas las historias mitológicas lo cierto es que, un estudio realizado en 1996 en el subsuelo del Templo de Apolo, concluyó que hay varias fallas geológicas que cruzan el lugar y que, emanan etileno, un compuesto orgánico muy utilizado en la industria química pero que también está presente en las plantas.
Este compuesto orgánico puede ser la explicación a los vapores que, según los escritos de la época, inhalaba Pitia y que la conducían al estado de delirio que le permitiría poner en su boca las palabras que el dios Apolo tenía para todo aquel que se acercaba a consultar al Oráculo de Delfos.
Verdades o sólo mitos, lo cierto es que, al día de hoy, el Oráculo de Delfos, continúa siendo un lugar cargado de magia y de energía.
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