Orí, el Orisha que rige lo divino
Orí es uno de los Orishas de la religión Yoruba. Se le conoce por ser aquel que es capaz de regir lo divino. Se dice que cada persona, desde el momento de su nacimiento, tiene en su interior a este Orisha, de ahí que normalmente se indica que es el «Orisha personal».
Se dice que, debido a las ceremonias relacionadas con su propia creación, los Orishas en general le brindan homenaje. El ritual en el cual se procura el equilibrio de Orí fue bautizado con el nombre de Bori. Para hacerle ofrendas se le presentan carneros, gallinas de color blanco, codornices y chivas blancas.
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De dónde proviene Orí
La traducción del término Orí corresponde a la palabra «cabeza» que guarda relación con el propósito o destino que cada persona tiene en la vida.
Dentro de la religión Yoruba, existe la creencia de que los individuos pueden llegar a desarrollar capacidades curativas si trabajan de forma adecuada los Orishas. Solo a través de este alineamiento será posible lograr un vínculo auténtico con el «yo interior», que no es otro que Orí.
El patakí o historia nos relata que, el padre de Orí es Orunla, esto debido a que le concedió su tronco y extremidades. Orí le habría hecho esta petición al propio Shangó, pero éste no le ayudó. Para obtener aquello que necesitaba, Orunla le pidió que realizara una ceremonia de rogación durante 16 días, para que la cual empleó cocos, viandas y pesos en igual proporción. Para lograr que todo permaneciera unido como un todo – cabeza, tronco y extremidades – Orí realizó un sacrificio de un carnero en una plaza. Desde ese momento, siempre continúan juntos como parte de un mismo cuerpo.
Representación de Ori
Es una deidad propia de la casa que atiende dos tipos de energía en el cuerpo (Arà), el alma (Orí) y el espíritu (Emí).
Pese a su gran tamaño, a Orí se le guarda en un cofre denominado Ilé. Debe ser cubierto con una tela o manto de color blanco con cintas. El color varía de acuerdo con el Orisha que le corresponde a cada individuo.
En las cintas también deben ser colocados caracoles con la siguiente disposición:
- 9 en la parte superior que simbolizan las casas de Orún;
- 16 en la parte inferior que le pertenecen a Oduduwa-Orishanlá y, finalmente,
- igual cantidad en la parte central que son propiedad de Orí.
Son necesarios 47 caracoles que constituyen una corona.
En la religión Yoruba no es posible alterar o modificar este Orisha ya que nadie tiene la posibilidad de afectarle. Esto aplica para cualquier tipo de brujería o hechizo que se le intenta realizar a una persona. Es decir, lo que Orí decide nadie más puede contrariarlo.
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