Pentecostés, celebrando la venida del Espíritu Santo
Dentro de la liturgia católica, Pentecostés es la celebración más importante tras la Pascua y la Navidad. El término deriva de las palabras griegas pentecoste hemera, las cuales se pueden traducir como quincuagésimo día. El quincuagésimo día después del Domingo de Pascua, según el calendario cristiano.
El nombre de Pentecostés comenzó a utilizarse en el último periodo del Antiguo Testamento. Posteriormente, los autores del Nuevo testamento aceptarían este término. Supone una celebración que se encarga de poner fin al Tiempo de Pascua. En ella se conmemora la venida del Espíritu Santo.
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Un momento en el que los fieles se llenan de esperanza y viven su fe con profundidad. Dios entra en posesión de sus almas y corazones para hacerlos así a su medida. Toman el camino que les lleva a una vida cristiana madura, gracias al crecimiento personal que les produce la llegada del Espíritu Santo.
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Características de Pentecostés
También es conocida esta celebración como fiesta de las semanas, de la cosecha o el día de los primeros frutos. En países de habla inglesa recibe el nombre de Whitsunday, o domingo blanco. El término deriva del color blanco de las ropas que se ponen a los bebés en el momento de ser bautizados.
Originalmente, en el Antiguo Testamento, Pentecostés hacía referencia a otro tipo de fiesta. Era una festividad que indicaba que la cosecha estaba finalizando. Según aparece en el Deuteronomio, siete semanas después de empezar a contar el trigo se celebra la fiesta de las Siete Semanas a Yahvé. En ella se hacen ofrendas de carácter voluntario en función de lo que se haya cosechado.
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo aparece con dos símbolos diferentes: el viento y el fuego. Cuando llegó el día de Pentecostés y los discípulos se encontraban reunidos en un mismo lugar, un fuerte viento azotó la casa y se metió donde estaban. Sobre cada uno de los presentes surgió una especie de lengua de fuego. Fue el momento en que se llenaron de Espíritu Santo y comenzaron además a hablar en diferentes lenguas.
Pneuma es una palabra griega que significa viento y aliento. En este pasaje del Nuevo Testamento que acabamos de comentar se utiliza la palabra pnoe para definir viento, término relacionado con pneuma. Existe una conexión simbólica entonces entre Espíritu Santo y viento fuerte.
En cuanto al fuego, simboliza la energía transformadora de las acciones realizadas por el Espíritu Santo. Glossai es la palabra griega utilizada para lengua. Y lengua se usa tanto para llama de fuego como lenguaje. Gracias a las lenguas de fuego los discípulos pueden hablar otras lenguas, por iluminación del Espíritu Santo.
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