Piedra rota, cómo actuar ante esta inesperada situación
Tener una piedra energética o amuleto sirve para defendernos de las energías negativas provenientes del exterior. Nos sentimos protegidos y tranquilos porque tenemos algo que nos defiende. Sin embargo, de vez en cuando puede ocurrir algo inesperado: encontramos de pronto nuestra piedra rota.
El susto nos genera indefensión. Es habitual pensar en ese instante que alguna desgracia se aproxima. La seguridad aportada durante tanto tiempo se esfuma en apenas unos instantes. A algunas personas contemplar su piedra rota les produce una profunda depresión.
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Pero no hay que exagerar los daños. Si bien no es algo agradable ver quebrada nuestra piedra de energía, es muy posible que le llegase la hora de terminar su misión. Aunque se nos haya caído por la ventana y roto en varios pedazos al estrellarse contra el suelo. Cuando esto ocurre, seguramente es porque su misión protectora ya ha finalizado.
Sus causas
Como acabamos de indicar, generalmente cuando la piedra energética que nos acompaña y protege se rompe es porque ya no nos tiene más que ofrecer. Es como si su energía se hubiese agotado y por muchas recargas que hiciésemos ya no la conseguimos reactivar. La piedra termina su ciclo de ayuda energética y esta es una de las maneras de demostrárnoslo. No es algo grave, tan sólo el final de una etapa.
El otro motivo habitual por el que suelen romperse las piedras es porque detienen un ataque hacia nosotros. Alguien nos ha lanzado un ataque de mala vibración y la piedra lo detecta y acaba con él. El pago es su quiebra. Se convierte una piedra rota caída en acto de servicio. La misión para que la adquirimos ha sido cumplida correctamente.
Despedida de la piedra rota
La mejor manera de terminar nuestra especial relación con nuestra piedra energética es despedirnos de ella en paz y armonía. Quizá la forma más adecuada de hacerlo es devolviéndola a la naturaleza. El lugar del que partió y en el que el paso de la vida le hace volver a ella.
La piedra rota puede ser lanzada al mar, a un lago o río, dejarla en la tierra o incluso enterrarla en una pequeña maceta que tengamos en casa. El ritual que hagamos con este acto dependerá de nosotros. Cada persona tiene una manera diferente de despedirse de aquello con lo que ha estado unido.
Lo único que tenemos que tener claro es que la rotura de la piedra no es símbolo de mal agüero. Tan sólo es algo que pasa y que representa el final de un ciclo o de una misión. Intentar pegar los trozos rotos es tratar de poner solución a algo que no lo tiene. La piedra pegada ya no tendrá la energía de antaño. Por eso es mejor seguir la vida y buscar nuevas piedras energéticas y aceptar el fin de las que se rompieron.
Las piedras rotas indican el final de su misión, sin necesidad de buscarle más significados. Despedirnos de ellas y seguir hacia adelante es lo mejor que podemos hacer.
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