Tectita, el meteorito que nos conecta con otras realidades
La tectita es una interesante piedra de origen extraterrestre que facilita la práctica de la clarividencia y ayuda a equilibrar el flujo energético de los chakras.
Si ya nos resultan interesantes las piedras existentes en la Tierra, cuando nos encontramos con una de procedencia extraterrestre, su atractivo se incrementa aún más. Es el caso de la tectita, formada al fundirse la roca por la presión y el calor tras el impacto de un meteorito. De hecho, su nombre proviene del griego tectos, cuyo significado es fundido.
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En función del lugar en que hayan sido encontradas, reciben unos nombres u otros. Así, por ejemplo, las encontradas en Europa (Alemania) son de color verde y tienen por nombre moldavitas; en Estados Unidos están las bediasitas de color negro (Texas) y las georgianitas (Georgia) de color verde; en Costa de Marfil están las ivoritas, que poseen un color negro.
No obstante, la mayor importancia de la tectita radica en su poder para facilitar el contacto con otros mundos. Y es que no podemos olvidar que procede de lejanos lugares siderales. Sin duda, resulta una buena ayuda para fomentar el crecimiento espiritual.
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Poderes energéticos de la tectita
Sirve para equilibrar el flujo energético de los chakras. En el caso en el que se coloque sobre los chakras, es capaz de invertir el sentido de giro del mismo, si este lo realiza erróneamente. Si se pone en el tercer chakra, favorece la conexión con otras realidades diferentes a las que conocemos.
Resulta muy adecuada para ejercer la clarividencia y la telepatía. Al usar la tectita, aumentamos nuestra percepción, activando así las capacidades psíquicas. Por ello, suele denominarse piedra de la telepatía, pues facilita el conectarnos con otras dimensiones.
Permite que desparezcan de nuestra mente las malas experiencias vividas, logrando por el camino que tales momentos no sirvan de importante lección. A menudo aquellos problemas graves que hemos sufrido dejan un poso negativo, atrapando parte de la energía áurica. La tectita se convierte en estos casos en una eficaz liberadora de bloqueos.
Tradicionalmente, se ha utilizado la tectita como talismán pues atrae a la buena suerte. Tiene la propiedad de equilibrar las energías masculinas y femeninas. Desde la más remota antigüedad, se ha creído que favorecía la curación de heridas y enfermedades diversas, tan sólo tenía que colocarse sobre el chakra adecuado.
Ayuda a ampliar nuestra mente, contemplando así diferentes puntos de vista que facilitan el poder distinguir lo verdadero de lo falso.
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