Planetas transpersonales y la búsqueda del cambio
Los planetas transpersonales, también llamados planetas espirituales, son aquellos que ostentan los patrones de movimiento más lentos, en el estudio de la Astrología. Su influencia traspasa lo individual, extendiéndose hacia el colectivo.
Como símbolos del cambio, la intuición y la inspiración, los planetas transpersonales trabajan por la evolución (más colectiva que personal), impulsándola desde distintos frentes.
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Entender los cambios que se van produciendo nos permitirá salir del sufrimiento que constituye el viejo mundo en crisis para crear uno nuevo el cual habitaremos siguiendo leyes más acordes con la naturaleza.
Los planetas transpersonales nos impulsarán al perfeccionamiento del inconsciente colectivo más profundo y potenciarán la evolución de la humanidad como grupo. Este tipo de movimientos generan auténticas revoluciones a nivel generacional.
En este sentido, los planetas transpersonales se encuentran íntimamente relacionados con la rama de la astrología kármica, la cual se encarga de detectar las deudas (del alma) adquiridas en existencias anteriores.
A través del estudio de la astrología kármica, es posible comprender los patrones (nocivos) repetitivos, la vocación y la misión de vida, y los retos planteados por las relaciones (familia, amigos, pareja), entre otros.
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La importancia de los planetas transpersonales
Los planetas transpersonales son tres: Urano (cambio), Neptuno (inspiración) y Plutón (intuición). En astrología kármica estás tres energías son utilizadas para conectar con la propia esencia, y romper los antiguos patrones.
En el camino del crecimiento personal del ser humano, lo primero que tiene que hacer es ordenar su vida en el plano terrestre. La comprensión de los siete planetas ayudará a organizar su conciencia.
Desde el Sol hasta Saturno se encargarán de indicarle quién es y cuáles son las capacidades con las que ha llegado a esta vida. Son lo que se llama planetas personales.
A continuación empezará un proceso para integrar a otros tres planetas que le ayudarán a entender una realidad mucho mayor a sí mismo. Serán los planetas transpersonales: Urano, Neptuno y Plutón.
Comprender su importancia en la vida de las personas permitirá da un paso más en la interacción de estas energías en el cosmos.
La influencia en la astrología kármica de los tres planetas transpersonales
Los planetas transpersonales ayudan a potenciar e impulsar el cambio que va de lo individual a lo colectivo, en beneficio de la evolución de la humanidad.
Es importante señalar que, adicional a la información obtenida con el análisis de la ubicación de los planetas transpersonales en las casas de la Carta Natal, también se considera el signo bajo cuya influencia se encuentra el cuerpo estelar, en su emplazamiento, lo cual señala la actitud con la que se enfrentan los retos.
Urano
Las claves de Urano son originalidad, cambio, innovación, progreso, imprevisibilidad, inconformismo, revolución y libertad. El planeta de los cambios inesperados, se encuentra fuertemente vinculado con los procesos mentales.
Es portador de aquellas ideas que cautivan a la mente, de todo aquello que representa lo nuevo. Representa el concepto de compartir objetivos comunes, la idea de participar sin perder la individualidad ni la libertad.
La energía uraniana fluye en todos los individuos que buscan crear una verdadera solidaridad humana en la convivencia social. Su espiritualidad los convierte en defensores a ultranza de la justicia social, creadores de grandes ideas y en ultramodernos.
Urano representa el camino para liberarnos de aquellos bloqueos que obstaculizan la evolución. En la astrología kármica, la casa que ocupe Urano en la Carta Natal, hablará sobre el área de la vida en la que se debe trabajar esta energía de libertad, en compensación al comportamiento que presentó el alma en su anterior proceso de encarnación.
Por ejemplo, si Urano se encuentra en la Casa II del consultante, se hace referencia a bloqueos (actuales) en el área de las finanzas y la prosperidad, motivados a una mala relación con los recursos económicos (o propios), en la vida pasada.
Neptuno
Las claves de Neptuno son idealismo, inspiración imaginación, espiritualidad, habilidades psíquicas, misticismo, desintegración, transcendencia, confusión, culpa, y sacrificio. El planeta de las profundidades comparte con Urano una marcada vena creativa.
Este planeta transpersonal representa la parte de nosotros que lucha por disolver las fronteras que impiden dejar parte de nuestro ego para evolucionar y llegar a captar la esencia del amor universal.
Su sensibilidad le permite captar la energía cósmica y comprender que fuera de la materia, en mundos más sutiles, el amor significa la energía que cohesiona todo lo que ha sido creado.
Neptuno representa el reino de la ilusión, y está ligado con el inconsciente y experiencias como los éxtasis místicos, pero también el martirio y la abnegación ante determinadas causas.
El análisis de la casa donde se encuentra Neptuno en la Carta Natal del sujeto, según la astrología kármica, hace referencia a patrones repetitivos que obedecen a la retribución de un comportamiento, propio de la encarnación anterior.
Es probable que si encontramos a Neptuno en la Casa III, la persona tenga problemas de confianza relacionadas con los hermanos o personas del entorno cercano (vecinos), debido a que en una vida pasada fue el promotor de engaños y deshonestidad, hacia individuos en la misma posición.
Plutón
Las claves de Plutón son evolución, transformación, intuición, transmutación, poder, regeneración, obsesión y compulsión. Plutón es conocido como el planeta de las riquezas, no solo materiales sino espirituales, porque trabaja con aquello que permanece oculto.
Constituye el siguiente escalón del individuo de aquel individuo que ha comprendido el concepto de amor universal que indicaba Neptuno. Aquí se produce la unión de la conciencia individual con la conciencia divina. La comunión del Ser con el Cosmos.
La energía sutil de Plutón en el plano material permite la transformación y regeneración de normas e ideas. Genera cambios revolucionarios. Con una mano destruye pero con la otra da lugar a una construcción sobre bases diferentes.
Plutón saca a la luz lo que estaba en las sombras, no solo con el afán de mostrarlo sino de someterlo a una transformación. Es lo que se conoce como iluminar para eliminar, la transmutación de la materia y el espíritu.
El lugar en las casas que ocupa Plutón en la Carta Natal del sujeto, de acuerdo con los principios de la astrología kármica, señala en que área de la vida se abusó del poder personal, y cómo repercute en la actualidad.
Una persona con Plutón en la Casa VI sugiere que en una existencia anterior, se abusó y manipuló de otros individuos (generalmente subalternos) en el ambiente laboral, por lo que en esta encarnación deberá enfrentarse con personas manipuladoras que intentarán tomar ventaja de él, en el campo profesional.
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