Plumero de Oyá para alejar a los desencarnados
El plumero de Oyá es una herramienta utilizada por practicantes de la Santería, para limpiar su campo áurico, ante la intrusión de seres desencarnados (muertos/espíritus de personas fallecidas).
De acuerdo con la tradición, este tipo de entidades pueden adherirse a individuos debido a su necesidad de continuar experimentando la existencia terrenal, a pesar de haberse extinguido.
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La intrusión suele estar acompañada de cambios en el estado anímico de la víctima, que adopta conductas cargadas de negatividad, como pesimismo, depresión, irritación constante, y terrores súbitos, entre otros.
Generalmente, los médium y personas con habilidades psíquicas desarrolladas son el principal blanco de los desencarnados, pero cualquier individuo puede ser susceptible a sus ataques.
La Santería y el plumero de Oyá
La Santería es una corriente espiritual, que sincretiza la liturgia del pueblo Yoruba con la religión Católica. Como sistema de creencias, deposita su fe en el poder de las deidades, la naturaleza y la existencia de los desencarnados (egguns).
Entre las deidades del panteón yoruba, destaca Oyá o Yansa: diosa guerrera de la tempestad y la centella, dueña del cementerio, sincretizada con Nuestra Señora de la Candelaria y Santa Teresa de Jesús.
Los creyentes de la Santería sostienen que por ser (Oyá) la guardiana de la puerta del cementerio, los muertos (egguns) deben obedecerla y retirarse cuando ella lo exija, o serán severamente castigados.
En este sentido, algunas Casas de Santo promueven entre sus adeptos el uso del plumero de Oyá, un manojo de cintas que simula el iruke negro de la diosa: un látigo confeccionado con la crin de un caballo.
¿Cómo confeccionar el plumero de Oyá?
Confeccionar el plumero de Oyá es bastante sencillo. Deben escogerse 9 cintas (listas) de la misma longitud: 7 con los colores del arcoíris (rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul, violeta), una marrón, y otra vinotinto.
Las 9 cintas se anudan en la parte superior para que no puedan soltarse. Luego el sujeto toma el manojo de cintas con la mano derecha, y le da nueve vueltas en lo alto, sobre su cabeza.
Posteriormente, pasa las cintas frente a su cuerpo por entero, de arriba hacia abajo (incluso la parte trasera del cuerpo). El ritual debe repetirse durante 9 días consecutivos, siempre solicitando a Oyá limpieza y protección.
Pasados los nueve días, el plumero de Oyá debe ser arrojado en un cementerio (de espaldas y sin mirar atrás), preferiblemente en algún cubo de basura, ubicado en el camposanto.
El ritual del plumero de Oyá no es realizado por todas las Casas de Santo, de hecho algunas congregaciones tienen sus propia etiqueta, que incluye realizar el despojo frente a la sopera (olla) de la diosa, o con la asistencia de un Mayor.
En cualquiera de los casos, es fundamental que el ritual se realice con respeto y reverencia hacia la diosa Oyá. Al concluir los nueve días del rito, puedes ofrendarle una veladora (velón) vinotinto, como agradecimiento por la atención en el proceso.
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