Posturas de yoga fáciles, aprende a hacer
Gracias a las posturas de yoga fáciles cualquiera persona puede practicar el yoga. Aunque mucha gente cree que hay que tener un estado de forma óptimo para poder realizar los diversos movimientos de esta disciplina, no es verdad.
Con esta serie de sencillas posturas ayudaremos a mejorar la salud de la columna vertebral, la estimulación de los órganos internos y el fortalecimiento de nuestros músculos. La práctica continuada de yoga sirve para que aumentemos las energías, nos relajemos y sepamos enfocar las motivaciones.
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La clave para que resulten exitosos los ejercicios de yoga que realicemos es que cada movimiento lleve toda nuestra atención, huyendo siempre de movimientos mecánicos. Para ello es importante inhalar por la nariz, mediante respiraciones profundas y conscientes. Debemos respetar nuestros límites y no forzar, ya que cada persona es diferente y el yoga se adapta a ella.
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Posturas de yoga fáciles
Postura de la palmera
Se trata de un estiramiento muy típico que solemos hacer cualquiera al levantarnos. ¡Y sin saber que es una postura fácil de yoga! Nos ponemos de pie y juntamos los dedos gordos, separando un poco los talones para mantener la estabilidad.
Con la columna recta y siempre relajados, inhalamos y levantamos los brazos sobre la cabeza, estirados y paralelos uno del otro. Con las palmas de las manos tienen que estar orientadas hacia adentro, estiramos todo el cuerpo. Hacemos cinco respiraciones. A continuación entrelazamos los dedos y volteamos las palmas de las manos hacia el techo.
Manteniendo la estabilidad, nos inclinamos hacia el lado derecho, estirando así el costado izquierdo. Luego volvemos a la posición inicial. Con este ejercicio liberaremos tensiones y ayudaremos a estirar la columna vertebral.
Postura de las manos en los pies
Juntamos los pies y dejamos el cuerpo firme, sin ningún tipo de tensión. Inhalamos y elevamos los brazos estirados y en paralelo a ambos lados de la cabeza, estirando así todo el cuerpo.
Exhalamos y dirigimos los brazos y el torso hacia adelante, estirándonos hacia el frente cuanto podamos. Al llegar al límite nos inclinamos hacia el suelo. Para ello no debemos doblar las piernas, sino tratar de acercar la frente hasta las rodillas.
Apoyamos las manos en las pantorrillas y hacemos cinco respiraciones profundas. Esta postura ayuda a mejorar nuestra paz interior al trabajar sobre el sistema nervioso.
Postura de la mariposa
Nos sentamos en el suelo con la espalda recta y las piernas estiradas. Separamos las piernas y doblamos las rodillas hasta que los pies estén cerca de la pelvis, con las rodillas dobladas hacia los lados.
Juntamos las plantas de los pies. Abrimos el pecho y respiramos profundamente. A continuación agarramos los pies con las plantas pegadas y batimos las piernas dobladas como si se tratase de las alas de una mariposa. Así estamos cerca de medio minuto.
Hacemos una respiración profunda y al exhalar nos doblamos hacia adelante, por la cintura, sin dejar de mantener la espalda recta. Respiramos de forma lenta y profunda durante otro medio minuto. Con este ejercicio se abren las caderas y se consigue disminuir la temperatura corporal. También se eliminan tensiones.
Estas tres posturas de yoga fáciles nos ayudarán a ir conociendo la disciplina y poco a poco nos permitirán ir evolucionando en nuestra práctica de una vida saludable.
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