Agua bendita, sus propiedades y usos muy preciosos
El agua bendita o no, ha sido considerada como un elemento sagrado, asociado a la vida, por distintas culturas y corrientes espirituales, no en vano es el principal componente del cuerpo humano (cerca del 60%).
Para algunas religiones, el agua es el líquido capaz de absorber y transportar las bendiciones de la divinidad, convirtiéndose en un instrumento para propiciar procesos de purificación y protección. En este sentido, es necesario que un sacerdote, chamán o guía espiritual recite una serie de plegarias y oraciones, destinadas a bendecir el agua y activar sus propiedades místicas.
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Dentro de los ritos de la Iglesia Católica, el agua bendita es uno de los sacramentales: instrumentos cargados de la gracia divina, utilizados para santificar y purificar espiritualmente. Otros sacramentales son el santo rosario y el aceite.
Generalmente, el agua bendita no contiene ingredientes adicionales, aunque en algunas iglesias se le agrega una pizca de sal. Este líquido es principalmente usado en los rituales de bautismo, en memoria del bautizo de Jesucristo.
La preparación del agua bendita, como parte de la liturgia católica, comprende la lectura de las oraciones propias del ritual de exorcismo, razón por la que se le atribuye el poder de expulsar entidades negativas (demonios). Asimismo, el agua bendita puede ser empleada para anular el efecto de energías discordantes y bendecir personas (sanas o enfermas), viviendas, negocios, propiedades (vehículos, tierras de cultivo), y animales.
Los devotos aseguran que la principal cualidad del agua bendita es que permanece incorruptible, a pesar del tiempo que pueda permanecer guardada en un recipiente, para su uso posterior.
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¿Cómo preparar tu propia agua bendita?
En ocasiones no es posible contar con agua bendita, preparada por un guía espiritual, para atender una necesidad imprevista. En esos casos, es posible que tú misma prepares tu propio líquido sagrado.
El principal ingrediente que necesitarás para ello es fe: no sirve de nada preparar un ritual (independientemente del propósito) sino crees en la manifestación de los resultados positivos. Recuerda que la divinidad se manifiesta a través de ti, como parte de la creación, por lo tanto eres luz, y estás llena de dones divinos.
Ahora para preparar tu agua bendita personal, deberás contar con un frasco de vidrio, un cristal de cuarzo y agua limpia, preferiblemente mineral, pero también puedes usar el agua del grifo.
El cristal o piedra que utilizarás en el proceso debe estar alineado con tu intención. La opción ideal sería un cuarzo cristal (transparente) por la multitud de usos que puedes darle (protección, espiritualidad, salud). Sin embargo, también puedes ser más específica y emplear una piedra ajustada al propósito. Por ejemplo, amor (kunzita rosada, cuarzo rosado); salud (jade); protección (ágata, circón, ónix, ojo de gato).
Coloca el agua dentro del frasco de vidrio. Sostén el frasco en tus manos y visualiza la energía que quieres que canalizar (amor, salud, protección). Introduce el cristal dentro del frasco. Puedes decir una pequeña oración o plegaria dirigida a la Divinidad o tus guías espirituales, para que te ayuden en el propósito escogido y concedan sus dones al agua bendita. Agradece su presencia.
Deja el agua descansar, durante 24 horas, y luego trasládala a un aspersor (con el cristal). El agua bendita está lista para usarse. Realiza el procedimiento durante el día, y no en horas de la noche, para que el agua reciba el influjo del sol.
Importante: El cristal que colocarás dentro del agua bendita, debe ser purificado, energizado y programado, antes de sumergirlo en el líquido, para evitar interferencias energéticas.
Prepara solo la cantidad de agua que necesitarás, para el ritual que desarrollarás posteriormente (purificación, protección). No reserves nada, puedes volver a preparar después, si lo requieres.
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