Propósito de vida, el rumbo al que dirigir nuestras ilusiones
La vida sin ilusiones, sin motivaciones, no es vida sino mera supervivencia. Aquellos que carecen de un camino al que seguir se convierten en meros espectadores del paso de la vida, seres que la contemplan pero no participan en ella. Por ello es fundamental tener un propósito de vida.
A menudo sucede que la velocidad en la que transcurre el día a día lleno de obligaciones y problemas hace que olvidemos aquello de verdad nos importa.
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Muchos más en estos tiempos tecnológicos en donde las relaciones personales no hace falta que se mantengan de manera presencial sino que basta tener un dispositivo con el que poder comunicarse.
Nunca antes estuvimos tan cerca y tan lejos a la vez unos de otros. Y esa individualidad en la que vivimos hace que muchas personas no tengan clara la idea de lo que buscan en la vida, qué es lo que realmente les interesa o aquello que les motiva de verdad.
Preguntas atemporales como ¿qué hago en el mundo?, ¿para qué estoy aquí?, ¿cuál es el sentido de mi vida?, martillean constantemente el cerebro de cualquier persona que no tiene las ideas claras. Esto ocurre porque no han encontrado un propósito de vida.
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Cómo encontrar un propósito de vida
Para lograrlo lo primero que tenemos que hacer es analizarnos profundamente a nosotros mismos, con la idea de descubrir todo aquello que nos hace sentir cómodos. Porque tenemos que tener claro que la felicidad se encuentra en aquellas acciones con nos hace sentir bien cuando las realizamos.
Una vez que hemos descubierto una serie de actividades con las que disfrutamos y nos interesan muchos, deberemos hacer una criba hasta quedarnos con una sola. Aquella que más no interese para que se convierta en el propósito de vida.
Entonces será el momento de fijar el objetivo. Nuestras intenciones irán destinadas a conseguir aquello que hemos decidido que sea nuestro propósito de vida. Podrá ser cualquier cosa, ya sea un determinado puesto profesional, realizar un viaje lejano, adquirir la casa de nuestros sueños.
En nuestra lucha por conseguirlo nos daremos cuenta que el universo comienza a moverse a nuestro favor, despejando poco a poco el camino para lograr el objetivo marcado.
No sólo hay un propósito de vida
Por supuesto que no. Se trata de un objetivo al que aspirar y conseguir. Sin embargo, una vez conseguido debemos marcar un nuevo propósito que nos llene de ilusiones y esfuerzo. Cada vez que logremos buscaremos otro diferente que nos haga siempre ir hacia adelante.
Tener un propósito en la vida es hallar un sentido a nuestra existencia, un camino que seguir y destinar nuestras energías para luchar por él.
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