Psicometría: el arte de la adivinación por tacto
La Psicometría, o psicoscopía, es la habilidad de captar las impresiones energéticas, psíquicas o emocionales presentes en un objeto o un individuo, utilizando el sentido del tacto.
Generalmente, la Psicometría ayuda a conocer el pasado (de los objetos, los lugares o las personas), pero también puede ofrecer referencias sobre el estado presente, psíquico y emocional, del consultante. Incluso, algunos practicantes de este tipo de clarividencia señalan que es posible obtener indicios sobre el futuro, a través de la Psicometría, sobre todo cuando se trabaja directamente con personas.
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La mayoría de los psicometristas realiza las lecturas táctiles por medio del contacto de sus manos; sin embargo, también existen practicantes que prefieren efectuar la conexión con la zona de la frente o el pecho. Los especialistas de lo oculto consideran que la Psicometría (del griego psyché “alma” y metron “medición”), mejora la concentración y permite al practicante encontrar información no revelada.
La Psicometría puede aplicarse en objetos y lugares, para conocer su historia, las personas que estuvieron en contacto con ellos, e incluso la ubicación de elementos perdidos. Asimismo, es posible realizar la lectura táctil con personas, por motivos similares.
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Lectura táctil
La lectura táctil es el proceso mediante el cual el practicante de Psicometría, recibe la información requerida. Para ello, debe sintonizarse con la frecuencia y el campo energético emanado por el elemento en cuestión. La percepción de la información generalmente es recibida como imágenes (tipo fotografías o películas), pero también es posible captar sabores, sensaciones (frío, calor), sonidos u olores.
Los objetos preferidos y apreciados por cada uno de nosotros suelen tener una gran carga emocional y psíquica, que pueden ser captadas e interpretadas por el psicometrista, durante la lectura táctil. Lo mismo sucede con la ropa u objetos portados en momentos de gran dolor o tragedia, o aquellos lugares donde acaecieron hechos de naturaleza violenta, como crímenes, asesinatos, etc.
Dependiendo del desarrollo de las capacidades del practicante, los estímulos sensoriales pueden ser débiles o poderosos. Igualmente, las acumulaciones de energía psíquica pueden ocasionar aturdimiento.
A pesar de ello, la conexión que se logra en la lectura táctil no es intrusiva, el practicante de Psicometría no es invadido por entidades o espíritus, y aunque puede establecer contacto con ellos, siempre permanece en control.
Ejercicio para desarrollar la Psicometría
Los seres humanos somos potentes receptores y emisores de energía, por lo que no es de extrañar que todos posean la capacidad de la Psicometría, con mayor o menor grado de desarrollo. Uno de los ejercicios más sencillos para empezar a afinar esta habilidad, consiste en tomar 5 sobres iguales y colocar dentro figuras diferentes; pueden ser naipes, autoadhesivos, hojas de distintos colores u otros.
Lo importante es que cada uno de los elementos seleccionados sean aproximadamente del mismo tamaño y peso, para que no existan diferencias notables entre los sobres. Cumplido este paso, cierra los ojos, respira pausadamente y relájate. Toma los sobres en tus manos, y muévelos como si se tratará de cartas o naipes. No trates de mantener el control de la experiencia.
Con los ojos cerrados, coloca los sobres frente a ti en una mesa o superficie. Sin abrir los ojos, coloca la mano sobre cada uno de ellos y visualiza lo que contiene en su interior. Una vez que tomes la decisión, abre los ojos y revisa si acertaste.
El porcentaje de acierto en este ejercicio te indicará que tan desarrollada se encuentra tu habilidad de lectura táctil. También puedes practicar visitando sitios históricos, para intentar percibir algunas lecturas ambientales.