Conoce todo sobre la reencarnación de buda
En 626 años, el Dalái Lama ha renacido 14 veces. Pero siempre como la reencarnación de buda en uno de los más de 28 que tiene la religión budista: Avalokiteśvara.
Lo que sorprende de todas las reencarnaciones que ha emprendido desde 1391, es que se presenta con el mismo fin una y otra vez. Pretende guiar a sus seguidores hacia la iluminación y gobernar el Tibet, la región donde nació el budismo tibetano en Asia.
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Aunque la cultura popular nos hace creer que el único maestro de este sistema filosófico fue Siddharta Gautama, el buda Avalokiteśvara (también conocido como “Señor que mira hacia abajo”) podría considerarse el que representa el renacimiento más importante dentro de la doctrina.
La historia sugiere que, a punto de alcanzar el nirvana, este buda escuchó gritos y gemidos aterradores. Se trataba de millones de seres que sufrían de distintas formas por su poca instrucción espiritual mientras él, durante ese mismo momento, alcanzaba el estado más iluminado del despertar.
“¿Cómo puedo abandonar a esos seres? ¿Cómo puedo fundirme en este océano de luz y salvarme solo yo cuando en el mundo hay tantos que necesitan ayuda?”, se preguntó el maestro. Desde ese momento, Avalokiteśvara decidió regresar a la tierra para fungir de guía.
Su primera encarnación fue Gendun Drup, el Dalai Lama que con 83 años ha sido el que ha vivido más tiempo. Hoy, Tenzin Gyatso representa el paso de su espíritu a través de hombres que son reconocidos como los líderes espirituales y temporales del Tibet.
Cómo ocurre la reencarnación de buda
Tras la muerte del Dalai Lama que en ese momento represente al buda Avalokiteśvara, pasan máximo 49 días para que su consciencia sutil encarne en un nuevo niño que puede nacer en cualquier parte del mundo.
Este pequeño irá mostrando señales de que él es la carne de buda. Pero es el Pachen Lama quien se encarga de reconocer el espíritu especial en el infante. Luego de mostrar sus señales de carácter especial, es proclamado como el nuevo Dalai Lama.
Pero ahora las cosas pueden ser distintas. La encarnación de este buda está en peligro porque hace dos años Pekín mostró intenciones de controlar la proclamación de la próxima autoridad religiosa.
Esto podría significar el fin de un ciclo que tiene más de seis siglos cumpliéndose. Incluso, El actual Dalai Lama aseguró que, en todo caso, es mejor carecer de esta representación que tener “uno estúpido”.
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