Cómo Hacer tu Ritual de Renovación Energética en 2025
Más que importante, el ritual de renovación energética en 2025 es esencial. Para prepararte y recibir con los brazos abiertos la energía de lo nuevo, nada mejor que una limpieza energética personal, en casa o en la oficina. El ritual te permitirá deshacerte de energías negativas, bloqueos o cualquier otra influencia capaz de limitar o perjudicar tu vida.
Ritual para la renovación energética en 2025
Siempre hay momentos en los que es necesaria una limpieza energética. Después de pasar por una situación complicada, estar entre personas negativas o como forma de prepararse para el inicio de un nuevo ciclo, el ritual es esencial para limpiar las impurezas energéticas de las personas y los entornos.
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A continuación, aprenderás dos poderosos rituales para la renovación energética en 2025 para empezar el año libre de influencias peligrosas para tu desarrollo. Recuerda que lo más recomendable es que realices el ritual durante la luna menguante, una luna muy propicia para desprendimientos, limpiezas y destierros.
Para empezar, necesitarás
- 1 vela amarilla;
- 1 vaso de agua
- 1 puñado de sal gruesa
- 1 incienso de salvia blanca;
- Un quemador o un recipiente resistente al calor;
- 1 puñado de romero;
- Cerillas.
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1 :
Comienza tu ritual de renovación energética de 2025 encendiendo la vela amarilla, dirigiendo tus pensamientos al Universo. En la oración o la meditación, pide luz y protección. A continuación, toma un poco de sal gruesa y colócala dentro de un vaso con agua.
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2 :
Ahora coloca el incienso de salvia blanca y romero dentro del quemador o recipiente elegido. Cuando se combinan, ambas hierbas actúan para «desbloquear» tu vida, abriendo los caminos, atrayendo la prosperidad y restaurando la alegría para seguir adelante.
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3 :
Con la ayuda de una cerilla, prende fuego a los elementos. Recuerda que encender los elementos con una cerilla es importante porque estamos tratando con el elemento tierra – que ayuda en la armonía durante el ritual. Evita utilizar mecheros, sopletes u otros métodos menos naturales.
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4 :
En cuanto el incienso y la hierba empiecen a humear, ve a la última habitación de tu casa. Con el recipiente en la mano, empieza a «barrer» cuidadosamente las energías negativas de cada rincón. Mueve siempre el humo en el sentido de las agujas del reloj, llevándolo a la salida de la habitación.
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5 :
Repite el proceso en cada una de las habitaciones hasta llegar a la puerta principal de tu casa. Al final del proceso de limpieza, coloca el recipiente junto a la vela encendida. Termina esta etapa rezando el Padre Nuestro o una oración sincera, que contenga todo lo que hay en tu corazón.
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6 :
Para terminar el ritual, coge los restos de la vela que has encendido al principio, las cenizas del incienso y los restos de la hierba que has utilizado, y tíralos. Si lo prefieres, las cenizas y las hierbas se pueden echar en un jardín.
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7 :
Coge el vaso de agua con sal y tira el contenido. Sin embargo, recuerda verter agua fresca en este vaso a diario y espolvorear un puñado de sal. Este ritual debería mantener tu casa y tu energía protegidas, pero puedes repetir todos los pasos siempre que te sientas «cargado» o necesites reponer tu energía.
- Un puñado de salvia;
- 3 cucharadas de sal gruesa;
- Ropa limpia y de color claro.
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1 :
Comienza por hervir aproximadamente un litro de agua. Una vez que el contenido empiece a hervir, añade un puñado de salvia, la sal gruesa y déjalo reposar durante 30 minutos.
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2 :
Ideal para eliminar las energías negativas, la Salvia aleja los pensamientos negativos y la infelicidad, generando un aura de positividad, disposición y prosperidad. Además, es conocida por eliminar las heridas del alma, ayudando en el proceso de autoconocimiento y autoexpresión.
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3 :
Después de 30 minutos, cuela la salvia y espera hasta que la temperatura del agua sea agradable al tacto.
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4 :
A continuación, toma un baño normal. Al final, coge el agua de tu baño de limpieza energética y viértela sobre tu cuerpo, siempre desde el cuello hacia abajo. Da prioridad a la zona de la nuca.
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5 :
Después de eso, no te enjuagues más. Es preferible dejar que el agua se seque de forma natural, sin toalla. Cuando esté completamente seco, ponte la ropa limpia y de color claro.
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