¿Cómo sacralizar el aceite? Consejos para bendecirlo
Sacralizar el aceite es una antigua práctica, basada en la creencia de que este elemento es portador y conductor del poder de la Naturaleza, y por lo tanto su uso potencia los efectos de cualquier ritual.
En muchas corrientes espirituales (monoteístas y politeístas), el aceite es empleado en una amplia gama de ritos, como bendiciones, unciones (de objetos y personas) y hechizos.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
El bajo costo y fácil acceso a este producto, de origen vegetal, lo convierten en el ingrediente ideal para tener a la mano en cualquier despensa mágica, o incluso en la cocina, donde pasa completamente desapercibido.
Pero no basta con tener un poco de aceite, y usarlo en cualquier ritual. Es necesario que el elemento sea sagrado, es decir, debe tratarse de aceite bendecido o sacralizado para liberar su poder.
El ritual de sacralizar el aceite puede ser efectuado por el representante de una religión o camino espiritual, o por el mismo usuario, siguiendo algunos procedimientos diseñados para ello.
En este sentido, antes de iniciar el proceso, el paso más importante es seleccionar un aceite de origen 100% natural (sin agregados o conservantes) y preferiblemente orgánico.
Los tipos de aceite más utilizados en rituales esotéricos son: oliva, coco, almendra, semillas de girasol, maní (cacahuate), aguacate, jojoba, germen de trigo, sésamo, semillas de uva, maíz y soya.
Cómo sacralizar el aceite
Existen muchos rituales destinados a bendecir o sacralizar el aceite. Uno de los métodos más sencillos es el utilizado en Magia Natural y Wicca, que emplea el poder de los elementos de la Naturaleza.
Para ello, necesitas contar con: aceite vegetal; una vela blanca; cerillos de madera (fósforos); un recipiente de vidrio con tapa; un cuenco de madera, cerámica o barro; agua; incienso de mirra y un incensario.
Coloca los elementos sobre una superficie no combustible (puede ser el suelo), y alejado de materiales inflamables. Seguidamente, sitúa los objetos siguiendo el patrón de un triángulo.
En la punta superior, deposita el incensario con el incienso de mirra; en el vértice inferior derecho, sitúa el cuenco con un poco de agua en su interior; en el vértice inferior izquierdo, coloca la vela sin encender.
En el centro del triángulo, sitúa el recipiente de vidrio (destapado). Vierte el aceite vegetal dentro del envase de vidrio. En esta posición y por su origen natural, se considera el aceite como representación de la Tierra.
Con el recipiente de vidrio destapado, enciende el incienso y la vela, utilizando los cerillos de madera (fósforos). Solicita a los espíritus de la naturaleza, que confieran su poder al aceite.
Una vez que la vela y el incienso se hayan consumido, el ritual estará completo. Cierra el envase del aceite y guárdalo en un lugar fresco, con poca exposición a la luz solar.
Bota los residuos de cera e incienso en los contenedores de desperdicios correspondiente, y el agua por el drenaje. Puedes guardar el incensario, el cuenco y los fósforos para otro ritual.
Utiliza el aceite sacralizado para unciones (de velas, objetos y personas), diluir esencias naturales puras (en este caso se le conoce como aceite base) o para algún conjuro o hechizo, que lo requiera.
Te puede interesar: