Salmo 139, el Señor presente en todas as partes
Encontramos en el salmo 139 de la biblia católica todas las cualidades que posee el creador relacionados con su obra. Es omnisciente Jehová lo que lo hace tener el conocimiento sobre todas las cosas. De igual manera es omnipresente y su presencia se manifiesta en toda la creación. Posee Jehová todo el poder así que podemos decir que es omnipotente.
Estas cualidades de Dios están representadas de una manera bastante amplia en este magnífico salmo.
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Salmo 139: Son los atributos de Dios especiales y de gran amplitud
Se encuentra Jehová presente en todas lo visible e invisible que habita en el universo. El salmo 139 de la biblia católica nos muestra todos los atributos que posee el Creador. Es importante el contenido de este salmo ya que responderá cada una de nuestras preguntas sobre las cualidades que posee el Señor. Cada uno de los versículos encierra una característica que expresa la naturaleza de Dios.
Conoce el Padre Creador cada uno de nuestros pensamientos y sentimientos más profundos. Solo Jehová sabe lo que existe en el corazón del hombre. Es capaz Dios de saber las intenciones de cada hombre y sus inclinaciones porque conoce la verdadera naturaleza humana. Somos obra del creador y es imposible que escondamos ante sus ojos algún aspecto de nuestra personalidad. Por esa razón se dice que Dios es omnisciente.
Las cualidades de Dios representan su verdadera esencia
El salmo 139 de la biblia católica muestra además la fuerza y el poder que posee el creador sobre toda su obra. Dios es omnipotente y posee el poder sobre todas las cosas. Escucha el creador las oraciones que pregona su amado pueblo y es capaz de ejercer su gran poder sobre todas las cosas que existen.
Realmente los atributos de Dios son infinitos y podemos amarlo intensamente porque concentra unas cualidades extraordinarias y sobrenaturales. Otra característica importante que debemos tener presente es que Dios es omnipresente.
Algunos analistas de salmos bíblicos nos indican que desde el momento de nuestra concepción estamos atados con Dios. Incluso aseveran que antes de la concepción estamos en verdadera comunión con la creación. Este salmo lo podemos utilizar para recordar las verdaderas cualidades del Altísimo. Es un salmo de estudio profundo que nos enriquecerá y nos ayudara a familiarizarnos con la naturaleza divina. Es importante relacionarnos de una manera intensa con la divinidad para aprender a amar a Dios por sobre todas las cosas.
Salmo 139
- Al maestro de coro. Salmo de David Señor, tú me has examinado y me conoces;
- sabes cuándo me acuesto y cuándo me levanto, desde lejos te das cuenta de mis pensamientos;
- tú ves mi caminar y mi descanso, te son familiares todos mis caminos;
- no está todavía la palabra en mi lengua y ya, Señor, tú la conoces por entero.
- Tú me envuelves por detrás y por delante, y tienes puesta tu mano sobre mí.
- Tu sabiduría es un misterio para mí, es tan sublime que no puedo comprenderla.
- ¿A dónde podría ir lejos de tu espíritu, a dónde podría huir lejos de tu presencia?
- Si subo hasta los cielos, allí te encuentras tú; si bajo a los abismos, allí estás presente;
- si vuelo hasta el origen de la aurora, si me voy a lo último del mar,
- también allí tu mano me retiene y tu diestra me agarra.
- Si digo: “Las tinieblas me envuelven y la luz se ha hecho noche en torno a mí”,
- tampoco las tinieblas son tinieblas para ti, ante ti la noche brilla como el día.
- Porque tú formaste mis entrañas, tú me tejiste en el vientre de mi madre.
- Confieso que soy una obra prodigiosa, pues todas tus obras son maravillosas; de ello estoy bien convencido.
- Mis huesos no se te ocultaban cuando yo era formado en el secreto, tejido en lo profundo de la tierra;
- tú me veías cuando era tan sólo un embrión, todos mis días estaban escritos en tu libro, mis días estaban escritos y contados antes de que ninguno de ellos existiera.
- Oh Dios, ¡qué difíciles son para mí tus pensamientos, qué grande es el número de ellos!
- Si los cuento, son más numerosos que la arena; si logro terminar, aún estoy contigo.
- Oh Dios, ¡ojalá mataras a los criminales; aleja de mí a los asesinos!
- Ellos dicen de ti cosas inicuas, pero en vano se levantan contra ti.
- Oh Señor, ¿no odio a los que te odian?, ¿no aborrezco a los que se rebelan contra ti?
- Los odio con un odio implacable y son mis propios enemigos.
- Examíname, Señor, y reconoce mi interior, explórame y conoce mis pensamientos;
- mira si voy por mal camino y guíame por el camino eterno.”
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