Salmo 146, alabanza por la justicia de Dios
Los Salmos son un conjunto de alabanzas, suplicas y acción de gracias, dirigidas a Dios o Jehová (Yahveh). Estos textos, escritos en clave poética, están contenidos en el Antiguo Testamento de la Biblia. En esta oportunidad, les hablaré sobre el Salmo 146.
El Salmo 146 tiene como nombre en la Biblia de Jerusalén “Alabanza por la justicia de Dios”.
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Caracteristicas del Salmo 146
Su autor nos anima a depositar la confianza en Dios. Por lo que debemos tener esperanza en la providencia de Dios para todo lo que necesitamos respecto a esta vida, y en la gracia de Dios para la venidera.
Dicho Salmo contrasta la sabiduría de aquellos que esperan en el reinado eterno del Señor y su benevolente justicia, con la imprudencia de aquellos que confían en gobernantes mortales debido a la naturaleza temporal de los gobiernos, las alianzas internacionales y las políticas estatales que son bien conocidas en la historia de cualquier nación.
El Salmo 146 recuerda que a menudo somos dados a descansar en hombres importantes de la tierra antes que en Dios, tenemos la tendencia a poner en manos humanas nuestras contrariedades, cuando tenemos un Dios que se yergue como poderoso Gigante, un Salvador que ha dado su vida por nosotros inyectándola también en nuestro ser y un Consolador que nos acompaña como amigo inseparable.
Por lo que debemos dejar eso atrás y depositar nuestras esperanzas solo en el Señor ya que siempre cumple sus promesas: hace justicia a los que son maltratados por los más poderosos, da de comer a los hambrientos, y pone en libertad a los que se sienten en cautiverio, sea éste mental o físico. Si hubiera algún impedimento en el camino para que Dios actúe, esto interrumpirá la bendición.
El ritual del Salmo 146 consiste en encender un incienso, recitarlo en voz alta mientras poner el agravio, la ofensa, humillación e injusticia que podamos sufrir y todo lo malo que nos ocurra en una hoja de papel para posteriormente destruirla dejando todas esas cosas en manos de Dios en vez de en nuestra mente.
A continuación, se transcribe integro el texto del Salmo 146 de la Biblia Católica, indicado para realizar el ritual descrito en las líneas anteriores.
Salmo 146
1 Alaba, oh alma mía, a Jehová.
2 Alabaré a Jehová en mi vida;
Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.
3 No confiéis en los príncipes,
Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
4 Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra;
En ese mismo día perecen sus pensamientos.
5 Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,
Cuya esperanza está en Jehová su Dios,
6 El cual hizo los cielos y la tierra,
El mar, y todo lo que en ellos hay;
Que guarda verdad para siempre,
7 Que hace justicia a los agraviados,
Que da pan a los hambrientos.
Jehová liberta a los cautivos;
8 Jehová abre los ojos a los ciegos;
Jehová levanta a los caídos;
Jehová ama a los justos.
9 Jehová guarda a los extranjeros;
Al huérfano y a la viuda sostiene,
Y el camino de los impíos trastorna.
10 Reinará Jehová para siempre;
Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.
Aleluya.
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