Salmo 26, pedir por una cualidad que queramos desarrollar
El pedir por alguna cualidad que queramos desarrollar, como lo hace David en el Salmo 26, no es algo descabellado, pues solo de Él es que emanan todos los buenos aspectos y es solo Él que hace todas las cosas posibles.
La integridad es un factor determinante en la vida de un creyente de Jehová. Es una cualidad que Dios demanda pues solo así el señor puede manifestarse.
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Por más difícil que sea, es una condición a la que siempre debemos apuntar, ya que nuestro mayor modelo a seguir, Jesucristo, lo fue en todos y cada uno de sus treinta y tres años de vida. Pero como sabemos en nuestras fuerzas, nada podemos hacer si no tenemos integridad.
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Usos del salmo 26
El salmo 26 se caracteriza por la confianza del Salmista en Jehová debido a que, como se mencionó antes, de Él es que sale todo lo bueno, todo lo puro, todo lo santo y todo lo perfecto.
En este salmo, el Rey David, que se había mantenido en integridad, no descarta las obvias indiscreciones que cometió en su vida. Esto es algo que ningún hombre puede hacer ya que todos somos pecadores constantes.
A lo que El Rey David se refería era a la estrecha y constante relación con el Señor que mantenía a pesar de todo, y que cuando pecaba su registro se limpiaba al pedir perdón.
El pasaje revela la súplica a Dios para que limpie su nombre de los falsos cargos presentados en su contra por sus enemigos, cosa que todos debemos de hacer constantemente. Debemos de pedir a Dios que nos examine, confiando en que perdonará nuestros pecados y limpiará nuestro historial de acuerdo a su misericordia.
La biblia en este pasaje también nos enseña cómo debe ser el trato para con los que no comparten nuestra creencia. El Señor es bueno y no hace excepción de personas.
Dios es un Dios de amor, por lo tanto también debemos serlo nosotros, respetando de una manera amable y cálida las posturas de los demás. Pero al hacer esto no debemos olvidar a nuestro Dios ni promover o aplaudir sus costumbres pecadoras.
El señor nos mandó a ser luz en medio de las tinieblas, a llevar su palabra a todos los rincones de esta tierra y a profesar su amor incondicional, ese perfecto amor que echa fuera todo temor.
El Salmo 26
1Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
2Escudríñame, oh Jehová, y pruébame
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
3Porque tu misericordia está delante de mis ojos
Y ando en tu verdad.
4No me he sentado con hombres hipócritas
Ni entré con los que andan simuladamente.
5Aborrecí la reunión de los malignos
Y con los impíos nunca me senté.
6Lavaré en inocencia mis manos
Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
7Para exclamar con voz de acción de gracias
Y para contar todas tus maravillas.
8Jehová, la habitación de tu casa he amado
Y el lugar de la morada de tu gloria.
9No arrebates con los pecadores mi alma
Ni mi vida con hombres sanguinarios,
10En cuyas manos está el mal
Y su diestra está llena de sobornos.
11Mas yo andaré en mi integridad
Redímeme, y ten misericordia de mí.
12Mi pie ha estado en rectitud
En las congregaciones bendeciré a Jehová
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