Salmo 42, oración efectiva para conseguir cosas que pedimos
El Salmo 42 se conoce como una oración totalmente efectiva y con un poder increíble para conseguir cosas que pedimos, dependiendo de la fé que se le imprima.
Sin embargo, antes de realizar alguna oración, existen algunos consejos que las personas deben tomar en cuenta. Uno de estos es que cuando se desea calmar a algún tipo de enemigo, lo más recomendable es asegurarse de que ese enemigo no sea tu mismo.
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¿Qué hacer antes de realizar la oración del Salmo 42?
El universo siempre se encargará de obrar en beneficio de la persona que tenga la razón. En este sentido, si quieres utilizar el Salmo 42 para abusar de su poder, debes tener cuidado de que no seas tu quien salga perdiendo.
Los salmos son oraciones que las personas no deben realizar cuando les provoque. Para poder obtener los mejores resultados luego de hacer un rezo, lo más recomendable es hacerlo con ciertas condiciones específicas que ayuden a que podamos obtener lo que pedimos de la mejor manera.
El mejor momento para realizar el rezo del Salmo 42 es durante la madrugada, antes de que caiga el amanecer ya que esto ayudará considerablemente a entonar mucho mejor con las fuentes divina.
Estas se encargan de eliminar cualquier tipo de interferencia que pueda existir entre el creador y las personas creyentes.
Sin embargo, una cosa que debemos tomar en consideración es que el Salmo 42 no puede ser leído durante la noche o bien sea también cuando el sol se comience a ocultar al finalizar la tarde, a excepción de que se trate de un sábado.
Importancia del Salmo 42
Nosotros, los creyentes, estamos involucrados en un mundo lleno de energía aunque realmente no sabemos cómo utilizarla de la manera más adecuada con la intención de poder sacar el mejor provecho de cada una de ellas.
Esto es lo que hace que vivamos en un entorno de desarmonía o en la imperfección. Cuando vivimos en un entorno de perfección y armonía, nos encontramos en una perfecta relación con el cosmos.
Entonces estaremos llenos de salud y de una paz interior profunda que nos permitirá vivir mucho mejor independientemente del entorno que nos este rodeando.
Salmo 42
1 Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo.
2 Sediento estoy de Dios, del Dios de vida; ¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?
3 Lágrimas son mi pan de noche y día, cuando oigo que me dicen sin cesar: “¿Dónde quedó su Dios?”
4 Es un desahogo para mi alma, acordarme de aquel tiempo, en que iba con los nobles hasta la casa de Dios, entre vivas y cantos de la turba feliz.
5 ¿Qué te abate, alma mía; ¿por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios Salvador.
6 Mi alma está deprimida, por eso te recuerdo desde el Jordán y el Hermón a ti, humilde colina.
7 El eco de tus cascadas resuena en los abismos, tus torrentes y tus olas han pasado sobre mí.
8 Quiera Dios dar su gracia de día, y de noche a solas le cantaré, oraré al Dios de mi vida.
9 A Dios, mi Roca, le hablo: ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar triste, bajo la opresión del enemigo?
10 Mis adversarios me insultan y se me quiebran los huesos al oír que a cada rato me dicen: “¿Dónde quedó tu Dios?”
11 ¿Qué te abate, alma mía; por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios salvador.
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