Salmo 74, clamor por protección ante los enemigos sin piedad
En este salmo 74 de la biblia católica podemos escuchar el clamor por protección ante los enemigos sin piedad. No olvida Jehová a sus fieles seguidores porque sabe que lo aman profundamente.
Este salmo es una plegaria que podemos repetir cuando estamos en peligro y nos sintamos débiles ante el mal que nos acecha. Si nos sentimos desamparados este salmo nos servirá para reforzar la fe en la divinidad y confiar en la protección de Dios.
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Significado del salmo 74
El salmo 74 de la biblia católica es una plegaria a Dios para que nos brinde su protección ante los inclementes enemigos que están en nuestra persecución. El creador protege a sus fieles poderosamente.
El hombre debe aprender a tener una confianza plena en la divinidad y a desarrollar la paciencia.
Los designios del Creador son inalterables y nada ni nadie podrá entorpecerlos. Por más fuerte que parezca un enemigo no será más poderoso que Dios. El es el responsable de la existencia de todos los seres sobre el cielo y la tierra.
Nada está por encima de su creación. Este salmo constituye una oración que podemos aplicar en cualquier momento que nos sintamos ante un peligro inminente.
Utilidad del salmo 74
Las oraciones se elevan con facilidad y llegan a Dios si van envueltas con un gran amor. Este salmo 74 de la biblia católica nos proporciona una plegaria ante el peligro.
Podemos realizar una meditación una vez que oremos con el contenido de este salmo para conectarnos a la divinidad con mayor rapidez. Esta oración contiene fragmentos de un significado muy profundo debido a que se desprende en tiempos antiguos de un enfrentamiento contra la oscuridad.
Debemos leerla con profundo fervor y una especial atención para descifrar los mensajes que están contenidos en cada versículo. Relata el salmo que el templo sufrió una profanación por parte de sus enemigos por esa razón esta plegaria contiene una gran fortaleza en su concepción.
Los salmos son relatos de una época que poseen un gran mensaje que permanece inalterable en el tiempo. Si procedemos a analizar cada salmo parece que cada uno tiene un uso específico en nuestra existencia.
Esto es importante y nos muestra que a pesar del tiempo los problemas que ha sufrido el hombre son los mismos en cualquier época que le ha tocado vivir.
Salmo 74
1 Maskil de Asaf ¿Por qué este rechazar, Señor, sin fin?, ¿por qué esta ardiente cólera contra el rebaño de tus pastos?
2 Acuérdate del pueblo que de antiguo adquiriste, de la tribu que rescataste como herencia, del monte Sión, donde fijaste tu morada.
3 Ven a ver estas ruinas sempiternas; en tu santuario todo lo ha destruido el enemigo.
4 Tus enemigos han rugido en el mismo lugar de la asamblea, como signos han puesto sus banderas.
5 Como el que blande y mete el hacha en medio de un tupido bosque,
6 A mazazos y hachazos destrozaron todas las esculturas,
7 Prendieron fuego a tu santuario, asolaron y profanaron la morada de tu nombre.
8 En su interior decían: “Destruyámoslo todo”. Han quemado todos los lugares de las asambleas de Dios en el país.
9 No vemos ya nuestras banderas, ya no hay ningún profeta, y nadie sabe lo que esto durará.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá blasfemando el enemigo?, ¿hasta cuándo seguirá ultrajando el opresor?
11 ¿Por qué retiras tu mano poderosa y te quedas cruzado de brazos?
12 Pero Dios es mi rey desde el principio, el que obra salvaciones en la tierra:
13 Tú dividiste el mar con tu poder, rompiste en las aguas las cabezas de los monstruos;
14 Tú las cabezas de Leviatán despedazaste para hacer de ellas pasto de los monstruos marinos;
15 Tú hiciste brotar manantiales y torrentes y secaste los ríos inagotables.
16 Tuyo es el día, tuya también la noche, tú la luna y el sol estableciste,
17 Tú trazaste los confines de la tierra, tú formaste el invierno y el verano.
18 Recuérdalo, Señor: el enemigo ha blasfemado contra ti, un pueblo de locos ha ultrajado tu nombre.
19 No entregues al buitre el cuello de tu tórtola, no dejes en olvido la vida de tus pobres.
20 Considera tu alianza, pues la medida se ha colmado, todos los rincones del país están llenos de violencia.
21 No permitas que se humille al oprimido; que el desvalido y el pobre puedan alabarte.
22 Álzate, oh Dios, y defiende tu causa, recuerda las continuas blasfemias de estos locos;
23 No olvides los gritos de tus enemigos, el alboroto de los rebeldes, que aumenta más y más.
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