Salmo 88, Dios nos libra de la muerte
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El salmo 88 es la expresión de alguien cuya enfermedad lo tiene al borde de la muerte, ruega a Dios que lo auxilie. Es una oración que se divide en tres partes, y consta de 19 versículos.
A pesar de no ser una súplica intensa, es la verdadera oración de un afligido que se encuentra en peligro de muerte. Los hijos del poeta Coré fueron sus autores.
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Dios aleja la muerte con el salmo 88
Para pedirle a Dios que aleje la muerte de nuestras vidas, no necesariamente nuestra existencia en el mundo tiene que estar en peligro. Puede tratarse de un familiar, algún amigo o ser querido, o incluso un desconocido por el que deseemos orar para que Dios lo cubra con su poder sagrado y aleje el peligro de su vida.
En este sentido, el salmo 88 es una oración perfecta, donde sentiremos la calma tan ansiada en momentos de verdadera angustia.
El salmo 88 es uno de los salmos que mayor nivel de lástima demuestra, gracias a la sentida súplica que el afligido hace al Padre, que deja una sensación de tristeza al leerlo.
De hecho, muchos expertos piensan que este salmo es el reflejo de una víctima o afectado del exilio de Babilonia, por ello sus quejas son de carácter “nacionalista”, por decir de alguna manera.
Lo bonito de este salmo, es que no existen referencias de rencor, resentimiento o desespero.
Solo el grito de abandono de un personaje desesperado por la soledad y la ausencia de sus seres queridos y amigos. ¿Cuántas veces no nos hemos sentido nosotros mismos de esa forma, desamparados, desasistidos, afligidos y solos?
Pues bien, no solo podemos una elevar una oración de súplica a Dios por sacarnos de ese estado de tristeza, sino que también podemos pedirle por nuestros hermanos que se encuentran en una situación similar, como enfermedades, dolencias físicas, enfermedades mentales, e incluso depresión y otro tipo de problemas espirituales.
En el pasado, los habitantes del mundo pensaban que Dios les ignoraba cuando se sentían afligidos, hoy en día sabemos que la voluntad de Dios es perfecta, y que cada oración de nuestra parte representa nuestro canal de comunicación con Él.
Este salmo nos sirve para conectarnos con su energía salvadora en los momentos más grises de nuestra vida.
Salmo 88
1 Canto. Salmo de los hijos de Coré. Del maestro de coro, Para la enfermedad. Para la aflicción. Poema de Hernán, el aborigen.
2 ¡Señor, mi Dios y mi salvador, día y noche estoy clamando ante ti:
3 que mi plegaria llegue a tu presencia; inclina tu oído a mi clamor!
4 Porque estoy saturado de infortunios, y mi vida está al borde del Abismo;
5 me cuento entre los que bajaron a la tumba, y soy como un hombre sin fuerzas.
6 Yo tengo mi lecho entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, como aquellos en los que tú ya ni piensas, porque fueron arrancados de tu mano.
7 Me has puesto en lo más hondo de la fosa, en las regiones oscuras y profundas;
8 tu indignación pesa sobre mí, y me estás ahogando con tu oleaje.
9 Apartaste de mí a mis conocidos, me hiciste despreciable a sus ojos; estoy prisionero, sin poder salir,
10 y mis ojos se debilitan por la aflicción. Yo te invoco, Señor, todo el día, con las manos tendidas hacia ti.
11 ¿Acaso haces prodigios por los muertos, o se alzan los difuntos para darte gracias?
12 ¿Se proclama tu amor en el sepulcro, o tu fidelidad en el reino de la muerte?
13 ¿Se anuncian tus maravillas en las tinieblas, o tu justicia en la tierra del olvido?
14 Yo invoco tu ayuda, Señor, desde temprano te llega mi plegaria:
15 ¿Por qué me rechazas, Señor? ¿Por qué me ocultas tu rostro?
16 Estoy afligido y enfermo desde niño, extenuado bajo el peso de tus desgracias;
17 tus enojos pasaron sobre mí, me consumieron tus terribles aflicciones.
18 Me rodearon todo el día como una correntada, me envuelven todos a la vez.
19 Tú me separaste de mis parientes y amigos, y las tinieblas son mis confidentes.
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