Salmo 92, alabanza y adoración por la bondad de Dios
El salmo 92 representa el estilo lírico ideal para mostrar nuestra adoración y alabanza a Dios por su manera perfecta de bendecir al justo y castigar a quienes niegan su presencia. Este salmo también se conoce como la “Alabanza de la Divina Providencia” o “La Grandeza de Nuestro Padre”.
En este pasaje se toca el tema de la distribución moral pero de manera distinta a como aparece en otras composiciones poéticas o líricas de los salmos.
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La alegría y el gozo de la adoración con el salmo 92
El autor del salmo 92 demuestra un estado de alegría a plenitud, gozoso por la bendición que representa la autoridad del gobierno de Dios, y porque los impíos recibirán su merecido pase lo que pase. En este sentido, la alegría de quienes niegan la presencia de Dios es sumamente corta.
Los justos encuentran alegría y satisfacción cuando ven el potencial de la fuerza de Dios, y cuando la justicia divina se manifiesta a su favor. El salmista es el vocero de los fieles justos del Creador, quienes emprenden su camino bajo la guía que representa las promesas de Dios.
En este salmo se compara al fiel y bondadoso hijo de Dios como un árbol que se desarrolla y crece bajo la sombra, que representa la protección del Padre Celestial. Según como lo leas, este salmo puede tener un alto contenido de alabanza y un gran nivel de gratitud. De hecho, el tono sugiere gozo, vida y mucha satisfacción. El momento histórico en el que se escribió el salmo 92 no está definido aún, sin embargo, no es tan necesario para elevar nuestra oración de alabanza a Dios.
El autor del salmo se encarga de mostrar los beneficios que conlleva el hecho de publicar lo grande que es el Señor. El profeta se siente feliz de las hazañas conseguidas por Dios para con el pueblo de Israel, entendiendo lo grandes que son las obras de Yahvé.
En nuestra vida diaria, este salmo nos enseña que no todos son capaces de apreciar el poder de Dios, bien sea por su ego o arrogancia. Sin embargo, lo que no conocen estas personas es que su felicidad es corta, porque la justicia equilibrada siempre llegará de la mano de Dios, quien es la autoridad superior en todo el universo.
Al igual que al momento de escribir el salmo, recita sus versículos todos los sábados o días de descanso, con mucha fe y agradecimiento por cada oportunidad que tienes de acercarte al Señor y vivir a plenitud en su presencia.
Salmo 92
1 Salmo. Canto. Para el día sábado.
2 Es bueno dar gracias al Señor, y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
3 proclamar tu amor de madrugada, y tu fidelidad en las vigilias de la noche,
4 con el arpa de diez cuerdas y la lira, con música de cítara.
5 Tú me alegras, Señor, con tus acciones, cantaré jubiloso por la obra de tus manos.
6 ¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué profundos tus designios!
7 El hombre insensato no conoce y el necio no entiende estas cosas.
8 Si los impíos crecen como la hierba y florecen los que hacen el mal, es para ser destruidos eternamente:
9 tú, en cambio, eres el Excelso para siempre.
10 Mira, Señor, cómo perecen tus enemigos y se dispersan los que hacen el mal.
11 Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje y me unges con óleo purísimo.
12 Mis ojos han desafiado a mis calumniadores, mis oídos han escuchado la derrota de los malvados.
13 El justo florecerá como la palmera, crecerá como los cedros del Líbano:
14 trasplantado en la Casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios.
15 En la vejez seguirá dando frutos, se mantendrá fresco y frondoso,
16 para proclamar qué justo es el Señor, mi Roca, en quien no existe la maldad.
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