Salmo 96, alabando la grandeza de Dios
El salmo 96 es un cántico o himno de alabanza, y se encuentra dividido en tres partes, cada una de las cuales representan una invitación a adorar y alabar a Dios.
El mundo y sus habitantes se mantienen en constante evolución. Por eso hay nuevas obras que él emprende para agradar a su pueblo y todas las criaturas que existen en el mundo.
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En esta ocasión te contaremos de qué forma esta alabanza puede mejorar tu relación con Dios y sembrar esperanza en cada acción que realices.
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Salmo 96, un himno de alabanza
Las infinitas bondades que Dios tiene para nosotros, hace que el cántico se entone con esperanza, amor y renovación. La invitación está dirigida a los israelitas al mencionar el santuario que existe allí, pero en pocos segundos incluye a todos los demás para que pregonen sus alabanzas hacia el altísimo.
El salmo 96 dice que Yahvé es el creador de todo lo que conocemos: los humanos, los animales, la naturaleza, el cielo, el sol y el universo. Por ello, todos deberían adorarle y tener en mente que la salvación solamente la lograrán si son fieles a Dios.
De igual manera, Dios otorgará su pueblo y a los que él piensa que son dignos de merecimiento, todas las bondades que su amor incluye y su infinita misericordia. El autor del Salmo logra mediante la morada del señor en Jerusalén, unirse en oración y poner en perspectiva universal todo lo que ocurrirá en el futuro con respecto a los demás pueblos del altísimo.
La historia se ubica históricamente en Israel, el cual fue el primer pueblo que vio físicamente las hazañas del creador, ya que los liberó de la esclavitud de los faraones después del exilio de Babilonia.
Una de las maneras más importantes para que la gracia y la gloria del creador crezcan, es que todos sus hijos también crezcan en oración adoración y alabanzas a Dios.
El salmo 96 nos enseña además, que Dios es el único Rey verdadero y por eso supera a cualquiera de los dioses pobres de todos los demás pueblos que no son más que simples figuras de adoración sin ningún tipo de vida, gracia, ni poder. Es importante destacar que la idolatría era un pecado en esa época.
Si deseas mejorar tus vínculos con Dios la oración es el principal canal de comunicación para establecer una comunión falcón el padre. Sin embargo, la adoración representa, no sólo en reconocimiento del poder de Dios, sino que además, permite exaltar su gloria divina y las bondades que tiene para ofrecernos a todos sus hijos.
Salmo 96
1 Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
2 canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
3 Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
4 Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
5 Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor hizo el cielo;
6 en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura.
7 Aclamen al Señor, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Señor;
8 aclamen la gloria del nombre del Señor. Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
9 adoren al Señor al manifestarse su santidad: ¡que toda la tierra tiemble ante él!
10 Digan entre las naciones: «¡el Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud».
11 Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él;
12 regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque.
13 Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra: él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.
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