Salmo 97, la omnipotencia del Rey Yahvé
A pesar de que constantemente se habla de la grandeza y la omnipotencia de Dios, el ser humano está muy lejos de comprender esta realidad. El salmo 97 es una oración donde el autor no sólo habla de Dios viniendo hacia nosotros para realizar un juicio igualitario, sino que también habla de un cambio en la estructura de la humanidad, donde todas las criaturas tendrán un nuevo equilibrio para participar en el reinado de Dios y todas sus ventajas.
En esta ocasión te contaremos cómo aplicar este salmo a tu vida diaria.
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El poder y el dominio de Dios reflejado en el salmo 97
El salmo 97 es una especie de metáfora donde el salmista describe la forma en que Dios llegará a nuestra dimensión, envuelto en varias nubes y en una especie de neblina donde se verá Su Majestad. De igual forma, dejará en su camino un rastro de fuego: una reacción natural al tener contacto con su poder.
Sabemos que el fuego tiene características de purificación, por ello, el fuego de Dios eliminará todo lo que no tiene pureza de nuestra tierra y evitará que nos contaminemos con cualquier energía negativa.
El fuego también es empleado para hacer retroceder a los enemigos de Dios y de sus hijos. Nadie podrá ser un opositor ante el poderoso signo de grandeza del padre.
Quienes no mantuvieron su fidelidad para con Dios, tendrán miedo cuando el día del juicio llegue, y ese miedo será esparcido a cualquier lugar donde exista maldad.
A pesar de lo que nos han dicho desde pequeños acerca del juicio final, ese día no existirá miedo en el mundo, porque la mirada de Dios se postrará sobre todas las naciones y su llegada no será el inicio de un desastre ni una catástrofe, ni siquiera el inicio de un desastre natural como nos han contado, sino todo lo contrario.
El salmo 97 habla de la época de mayor justicia en la historia de la humanidad cuando el juicio llegue. El cielo se estremecerá para anunciar las buenas nuevas, mientras que en la tierra el pueblo de Dios se reunirá para asistir en manifestación gigantesca a la gloria de Dios.
Cuando Dios llegué, se eliminarán muchas cosas terrenales, pero no se eliminará a la humanidad. Sólo se eliminarán aquellas cosas que intentaron destruir a los hijos de Dios, entre las cuales destacan la idolatría a todos los falsos dioses.
Este salmo sirve de reflexión sobre la grandeza de nuestro creador, y puede ser aplicado en tus oraciones diarias de agradecimiento, encendiendo una vela blanca, como símbolo del fuego purificador de Dios.
Salmo 97
1 ¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables.
2 Nubes y Tinieblas lo rodean, la Justicia y el Derecho son la base de su trono.
3 Un fuego avanza ante él y abraza a los enemigos a su paso;
4 sus relámpagos iluminan el mundo; al verlo, la tierra se estremece.
5 Las montañas se derriten como cera delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra.
6 Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria.
7 Se avergüenzan los que sirven a los ídolos, los que se glorían en dioses falsos; todos los dioses se postran ante él.
8 Sión escucha y se llena de alegría, se regocijan las ciudades de Judá, a causa de tus juicios, Señor.
9 Porque tú, Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los dioses.
10 Tú amas, Señor, a los que odian el mal, proteges la vida de tus fieles y los libras del poder de los malvados.
11 Nace la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón.
12 Alégrense, justos, en el Señor y alaben su santo Nombre.
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