Salmos de amor. Conoce este salmo para tener el amor verdadero
Cada vez que oramos los salmos de amor, estamos exaltando lo divino, esta oración va cargada de fe, con verdad y sobre todo con un profundo amor a la vida.
El amor de Dios es infinito y es Él quien dirige todo en favor de todas las personas y en especial de los que lo aman.
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Los Salmos de amor diarios son un canto al la vida
Escritos como alabanza a Dios, están llenos de sabiduría, éstos fueron escritos en momentos de felicidad, debilidad, miedo, agradecimiento, angustia, y expresan la lealtad de los poetas hacia Dios.
Todos se pueden definir como salmos de amor y rezarse en cualquier circunstancia de la vida, ya que su fuerza es inconmensurable.
Los salmos de amor son cantos para recurrir a Dios de diferentes formas como ayuda para nuestro cuerpo y nuestra alma, tienen el poder de dar dirección y organizar nuestra existencia.
Cada Salmo tiene su objetivo y para que su poder sea aún más pleno, sugerimos leerlos durante al menos tres días, o una semana completa, es decir siete días, o 21 días seguidos si nuestra necesidad es mucha.
Salmo para atraer a su vida sentimientos de amor sincero
A través de la fe podemos atraer un amor sincero, esta fuerza poderosa, capaz de mover montañas nos da la confianza y convicción de que todo es posible con la ayuda del Señor.
Presentamos un Salmos para atraer el amor y estar en armonía con el amor a Dios, es un Salmo de adoración a Dios, a su lealtad, a su palabra que nunca falla y a la unión que podemos alcanzar con Él. Lea este Salmo todas las mañanas con mucha fe:
Salmo 111
¡Aleluya!
Doy gracias al Señor de todo corazón,
en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor:
los que las aman desean comprenderlas.
Su obra es esplendor y majestad,
su justicia permanece para siempre.
Él hizo portentos memorables,
el Señor es bondadoso y compasivo.
Proveyó de alimento a sus fieles
y se acuerda eternamente de su alianza.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras,
dándole la herencia de las naciones.
Las obras de sus manos son verdad y justicia;
todos sus preceptos son indefectibles:
están afianzados para siempre
y establecidos con lealtad y rectitud.
Él envió la redención a su pueblo,
promulgó su alianza para siempre:
su Nombre es santo y temible.
El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría:
son prudentes los que lo practican.
¡El Señor es digno de alabanza eternamente!
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