San Alejandro, conoce más sobre el Santo del prójimo

San Alejandro es un santo, de origen tebano, cuya fiesta tiene lugar el 26 de agosto.Precisamente, la legión tebana procedía de Tebas (Egipto) y era una legión del ejército romano de Oriente que se convirtió al cristianismo. La devoción por San Alejandro se expandió por muchos lugares del mundo.

Se desconoce la fecha de su canonización, aunque se sabe que nació entre los siglos III y IV. Normalmente, es representado como un soldado romano, en ocasiones montado en un caballo o de pie. Se le conoce como el Santo del Prójimo, así como el patrono de las causas difíciles, al igual que ocurre con San Expedito. Fue un gran defensor del misterio de la Santísima Trinidad.

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Origen de la festividad de San Alejandro

Durante las persecusiones, logró salvarse de una primera matanza, en San Mauricio, por lo que huyó a Italia. Sin embargo, fue capturado en Milán luego de ser reconocido. Logró salvarse milagrosamente en dos ocasiones más. Sin embargo, el Emperador Maximiliano lo persiguió hasta su muerte, con la intención de que San Alejandro renegara de su religión y realizara sacrificios a los dioses.

San Alejandro murió decapitado y, al momento de su fallecimiento, habría escuchado la voz de Dios, quien le indicó que era el único a quien debía adorar. La fe hacia este santo fue tal que, en el siglo IX, ya habían sido construidos dos templos en su honor. La Catedral, levantada en su nombre en la ciudad de Bérgamo, Italia, fue precisamente el lugar donde vivió su martirio.

Con el tiempo, solo permaneció el segundo templo, que fue erigido también en honor a San Vicente. De hecho, el Obispo Gregorio, en el año 1961, cambió su fachada por el nombre de San Alejandro de San Vicente. Su cuerpo se venera hoy en día en el castillo de Pescolanciano.

Oración a San Alejandro

Oh San Alejandro, que fuiste un santo benigno que defendió de buena manera los intereses de Nuestra Madre Santa Iglesia.

Pido tu intercesión y la de Dios Todopoderoso para que me protejas noche y día,
de todos mis enemigos y hasta de mí mismo(a) ya que no estoy exento(a) de cometer errores que fallen a tu mandado.

Cuida de mi familia,
para que nada ni nadie intente hacerles ningún mal.

Que mi desempeño en el trabajo sea el mejor,
que mi relación amorosa se vaya fortaleciendo y mi espíritu cristiano permanezca vivo en mi alma.

Vela por el mundo entero,
para que huérfanos y desahuciados consigan el amor que tanto se les ha negado y una buena familia que los atiendan.

Amén.

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