San Jerónimo Emiliani: un nombre sagrado
La fiesta de San Jerónimo Emiliani tiene lugar el día 03 de febrero. Es el fundador de los Padres Somascos. Nació en la ciudad de Venecia, en Italia, en el año 1486 y recibió la ordenación como sacerdote en 1518.
San Jerónimo Emiliani dedicó su vida a ayudar a los más necesitados, en especial a los huérfanos. Se preocupó por alquilar una casa para cuidarles y enseñarles los principios de la vida cristiana. Tal fue su entrega que se contagió de peste, mientras cuidaba de los enfermos.
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La congregación que fundó, junto a otros sacerdotes, fue aceptada por la Iglesia Católica por Pablo III en 1540. No solo está presente en la tierra natal de San Jerónimo, sino que se encuentra en varios países del mundo. Su misión sigue siendo la misma: ayudar a los desprotegidos.
Otras de sus fundaciones incluyen la creación de una casa para mujeres y un hospital. Uno de sus mayores aportes fue la enseñanza del catecismo a través de la formulación de preguntas y respuestas. Para hacer llegar la fe a todos por igual, se dirigía a los campos a trabajar y durante la faena proclamaba la palabra de Dios.
Su canonización tuvo lugar en el año 1767, por el Papa Pío XII, quien también lo proclamó como patrono de los huérfanos y desesperados.
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Oración a San Jerónimo Emiliani
Bendito san Jerónimo Emiliani
que pasaste por la tierra haciendo el bien;
caritativo padre de los más necesitados,
noble y entregado servidor de los pobres,
que con dedicación consagraste tu vida a los demás,
y pusiste todas tus fuerzas y energías
en consolar y ayudar a los que sufrían carencias;
que con amor socorriste a los humildes,
a los niños desamparados,
a las viudas y a los enfermos,
para tratar de conseguir tu propia santificación
y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos,
y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio,
tu compasión, tu desprendimiento y generosidad
permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.
¡Oh prodigiosíssimo San Jerónimo!,
conociendo cuan agradable eres ante Dios,
y por los múltiples favores y milagros
que por medio tuyo
se ha dignado otorgar a tus devotos,
acudo a ti para solicitar tu ayuda,
no desprecies mis humildes súplicas
y llévalas ante el trono del Altísimo,
pues, aunque me encuentro triste y afligido
y las dificultades me agobian
confío plenamente en el Amor,
la Bondad y Misericordia de nuestro Padre celestial.
¡Oh santo de los pobres y afligidos!
glorioso san Jerónimo,
ahora que gozas de la dicha eterna
dame tu auxilio, amparo y protección,
alivia mis angustias y necesidades
sobre todo mis estrecheces económicas
que ahora tanto me preocupan y abaten:
Amén.
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