San Juan Bosco: el patrono de los jóvenes
San Juan Bosco es de origen italiano, específicamente nació en Turín en el año 1988. Desde pequeño le tocó trabajar muy duro para ayudar a su familia tras el fallecimiento de su padre. Pese a todas las adversidades, siempre se distinguió por su intelecto. Se dice que solo necesitó de cuatro semanas para aprender a leer.
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Orígenes de San Juan Bosco
Luego de conocer su vocación para el sacerdocio a temprana edad, tuvo que vencer grandes limitaciones para poder estudiar como por ejemplo caminar varias horas descalzo. La muerte de su padre fue un hecho que le llevó a realizar todo tipo de oficios. La figura de su madre, Margarita, fue fundamental en esta etapa para reforzarle todos los valores familiares.
Una de sus preocupaciones fundamentales siempre fueron los jóvenes y los niños. En especial, aquellos que habían sido afectados por la pobreza luego de la Revolución industrial. Le inquietaba las pocas oportunidades de los infantes para poder acceder al sistema educativo.
Para atraer a los niños y jóvenes a las ceremonias religiosas y evitar que los domingos no asistieran a misa, se las ingenió de todas las formas posibles para llamar su atención, llegando incluso a aprender malabarismo y trabajar con títeres, de esta forma logró captar su atención hacia la iglesia.
El gran legado de San Juan Bosco
Para atender a todos aquellos que le seguían creó los Oratorios de San Francisco de Sales en donde no solo se rezaba sino que se educaba. Diez años después de su ordenación como sacerdote fundó la Congregación de los Salesianos y varios años después el Instituto de Hijas de María Auxiliadora.
Una de las características distintivas del sistema educativo creado por San Juan Bosco es que los niños también son formados en oficios que les dotan de herramientas para que puedan emprender su camino laboral, siempre bajo una óptica de prevención. Su filosofía se basaba en «aprender jugando».
La obra de San Juan Bosco se expandió por todo el mundo en más de 105 países enfocada en favorecer a los miles de niños sin recursos. Su elevado intelecto también dejó una importante colección de libros, con decenas de publicaciones.
San Juan Bosco también recopiló sus propios sueños premonitorios en los que con frecuencia aparecían Jesuscristo y la Virgen Santísima. Muchos de sus pasos en el mundo de la enseñanza y pedagogía provenían de esos episodios.
Su muerte se produjo en 1988 y poco más de cincuenta años después fue canonizado, proceso para el cual se contaron por cientos los milagros atribuidos al santo italiano.
Oración a San Juan Bosco
Oh Don Bosco Santo, cuando estabas en esta tierra no había nadie que acudiendo a ti, no fuera, por ti mismo, benignamente recibido, consolado y ayudado.
Ahora en el cielo, donde la caridad se perfecciona ¡cuánto debe arder vuestro gran corazón en amor hacia los necesitados!
Ve, pues, mis presentes necesidades y ayúdame obteniéndome del Señor.
Vuelve hacia mí tu bondadosa mirada y obtén del Señor cuánto pido, si es ventajoso para mí alma; o si no, permíteme alguna otra gracia que me sea aún más útil, y una conformidad filial a la divina voluntad en todas las cosas, al mismo tiempo que una vida virtuosa y una santa muerte.
Amén.
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