Santa Mónica, modelo de amor materno
Santa Mónica es conocida como la madre de San Agustín y más aún por su gran entrega para lograr la conversión de este gran santo. Su hogar siempre estuvo regido por los alores cristianos lo que le permitió en todo momento mantenerse en pie pese a todos los sufrimientos.
Nació en África y se casó a edad temprana con un hombre conocido como Patricio, con quien tuvo varios hijos, uno de ellos San Agustín. Se dice que aunque era un buen hombre, su esposo tenía un genio fuerte y sufrió durante años. Las mismas tristezas le causó su único hijo varón. Pese a su mala conducta, San Agustín era poseedor de una gran inteligencia por lo que fue enviado a Cartago para estudiar.
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Las lágrimas de Santa Mónica tuvieron sus frutos
Santa Mónica tuvo un sueño en el que ella lloraba por la pérdida de su hijo. Sin embargo, una voz le decía «tu hijo volverá contigo». Esta valiente mujer supo siempre que ninguna de sus lágrimas serían en vano.
San Agustín cometió grandes pecados incluso se unió al maniqueísmo. A los 29 años de edad, decidió ir a Roma. Santa Mónica quería acompañarle pero fue engañada por su hijo quien le dijo que acudiera a un templo a rezar mientras él se subió a un barco. Santa Mónica decidió también realizar el mismo viaje.
En Roma, Santa Mónica se reúne con el Obispo de San Ambrosio, quien le ayudaría a convertir a San Agustín. Este, luego de una extraordinaria lucha interna, se entregó a la religión católica. El propio Obispo fue quien le impartió el sacramento del bautismo.
San Agustín contó en sus «Confesiones» que su madre estuvo llena de júbilo luego que le anunciara que había abierto su corazón a Jesús. Sus palabras habrían sido «Hijo, en cuanto a mí, ya ninguna otra cosa me da gusto en esta vida. Solo deseaba prolongar mi vida, verte católico antes de morir»
En el año 387 retornó a su tierra aunque a mitad del periplo la santa se enferma y a los pocos días falleció con tan solo 55 años. Siempre les pidió a todos sus hijos que no dejaran de rezar por el eterno descanso de su alma. Aunque no se conocen milagros de Santa Mónica, su espíritu y entrega le hicieron merecedora de la Santidad.
Oración a Santa Mónica
Gloriosa Santa Mónica, modelo de madres.
Tu vida la admiramos en los vaivenes de tu hogar y sobre todo, siguiendo a tu hijo Agustín.
Supiste atraer a tu esposo hacia Dios e igualmente a aquel hijo que había perdido la fe.
Le seguías llamándole, orando, llorando.
Consíguenos que comprendamos el papel sagrado de las madres y su influencia en el hogar.
Confiamos nuestra familia a tu protección.
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