Santo Domingo de Guzmán y el milagro del santísimo rosario
Santo Domingo de Guzmán, el santo que recibió el milagro del santísimo rosario.
La historia cuenta que en el año 1214 la Virgen se le apareció al santo y se lo entregó para que lo utilizara para la conversión de los herejes, moros y los pecadores. Se dice que también le encomendó la tarea de difundir esta poderosa arma de devoción.
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Vida del Santo Domingo de Guzmán
El Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega, Reino de Castilla, 24 de junio de 1170. Fue un fraile y santo católico fundador de la Orden de los Predicadores, cuyos miembros son conocidos como Domínicos.
A temprana edad Santo Domingo de Guzmán mostró una inclinación a la vida religiosa, en 1189 fue a estudiar a Palencia donde recibió los votos a la edad de 24 años. Pertenecía a una familia noble que luchaba por la reconquista y la conversión de los musulmanes al catolicismo.
En 1207, Santo Domingo de Guzmán funda el primer monasterio de la Orden Segunda, destinado a las mujeres. En la ciudad Santa María de Prouille. Fue en este monasterio que rescataba a las jóvenes sin horizontes y muchas que caían en la prostitución, para darles una educación cristina. Fue en este miso monasterios donde la Virgen se le aparece a Domingo y le entrega la misión de difundir el Santo Rosario.
En 1217, Santo Domingo de Guzmán crea casas de los domínicos para acoger y dar instrucción religiosa a los jóvenes universitarios. Se crea la “Orden de los Predicadores”. Luego, en 1220 crea los dos primeros capítulos de su orden, Los Domínicos.
Santo Domingo de Guzmán murió el 8 de agosto de 1221 cuando sólo tenía cincuenta y un años. El Papa Gregorio IX, que había sido su amigo personal lo canonizó en 1234. La orden que creó y floreció por toda Europa y después por el mundo.
Amigo de San Francisco de Asís
Se cuenta que antes de la aprobación de su Orden por el Papa Inocencio III, tuvieron el mismo sueño, el Papa, San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, veían derrumbarse la Basílica Laterana y dos frailes la sostenía como dos gruesas columnas, uno de hábito blanco y el otro de hábito marrón, Santo Domingo se reconoció como el monje de hábito banco, pero no sabía quién era el de marrón.
San Francisco de Asís, por su parte, se reconoció como el fraile de hábito marrón, pero no sabía quién era el de blanco. Al día siguiente iban ambos caminando por la calle rumbo a visitar al Papa y se vieron en la calle y se reconocieron del sueño descubriendo quien era el otro fraile, se dieron un gran abrazo y se fueron juntos a hablar con el santo padre.
Fue así que Inocencio III aprobó la Orden de los Predicadores, descifrando el enigma del sueño e interpretando que sobre estas das grandes construcciones (órdenes) la iglesia no se derrumbaría.
Oración a Santo Domingos de Guzmán para vivir en Dios
Padre Domingo, Santo de Dios, hombre evangélico de oración y apostolado.
Ayúdame a seguir a Cristo contigo desde el camino de la pobreza y de la fraternidad.
Enséñame a vivir el Evangelio íntegro para ser testigo de otra verdad y otra esperanza.
Que tu vida me estimule,
que mi entrega ilumine mi oración y mi estudio para que, como tú,
sienta la urgencia de transmitir a los demás lo que contemplo y lo que vivo en Dios.
Quiero aprender de ti a ser:
dócil al Espíritu,
confiado en la providencia del Padre del cielo,
constante en la oración,
convincente por mi estilo de vida,
generoso para servir,
valiente para emprender,
en la alegría agradecido,
en el dolor esperanzado,
en el cansancio fuerte,
en el convivir sincero.
Padre Domingo, hombre de Dios,
ayúdame a vivir la medida del amor,
ayúdame a dar la respuesta viva
a la incesante llamada de Jesús.
Amén.
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