Sarvangasana: la postura de la vela
Sarvangasana o postura de la vela es considerada como la primera inversión de yoga, por tal motivo también se le llama la madre de todas las posiciones. Esto se debe a que muchas de las asanas restantes se originan a partir de Sarvangasana. También es una de las más sencillas de ejecutar y es común que los principiantes la realicen cuando dan sus primeros pasos en Yoga. Solo es necesario contar con una buena condición física aunque no se denomine la técnica.
La palabra «Sarva» se traduce como completo mientras que «asana» significa postura. Por tal motivo, se asemeja a la figura que forma una vela cuya llama está representada por los pies.
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Cómo se realiza la posición Sarvangasana
En primer lugar, debemos colocarnos boca arriba, con las piernas estiradas y juntas. Los brazos permanecen al lado del cuerpo. Posteriormente, se elevan las piernas hasta formar un ángulo de 90 grados. Se inclinan las piernas en línea recta hacia el pecho y al expirar se levanta tanto la espalda como los glúteos del suelo. Luego se flexionan los codos y se ayuda con las manos para mantener la posición.
La idea no es que el peso se ejerza directamente sobre las manos sino que se mantenga sobre la cintura escapular y no sobre el cuello.
Para volver a la posición inicial, se bajan las piernas lentamente hasta la cabeza y luego – poco a poco – se va rodando sobre la espalda hasta que quede apoyada sobre el suelo.
Beneficios de la posición Sarvangasana
Sus bondades están relacionadas con la circulación de la sangre. Adicionalmente, fortalece la espalda al tiempo que se alcanza un grado elevado de flexibilidad. Los brazos también se endurecen debido a que soportan el peso del cuerpo y procuran el equilibrio para evitar que se pierda la posición. También se fortalecen los abdominales.
Los hombros adoptan una posición diferente y la figura se ve mucho más estilizada.
Tiene la capacidad de ejercer una influencia directa sobre las hormonas y glándulas endocrinas gracias a la posición en la cual se eleva el flujo de sangre debido a la fuerza de gravedad.
Con la posición Sarvangasana el cuerpo se relaja y se alcanza un estado de relajación ideal para realizar las actividades diarias.
No se recomienda su realización en mujeres embarazadas sin importar la cantidad de meses de gestación. Si las mujeres están durante su periodo menstrual, tampoco es conveniente adoptar esta asana.
Tampoco debe ser practicada por quienes tienen dolores de espalda o de cabeza de forma frecuente. Si se sufre del oído no es prudente ya que éste es quien rige el equilibrio y no podrá mantenerse la postura. Si se tienen dolores abdominales o diarrea tampoco es adecuado realizar esta postura.
Para ayudar a la práctica de Sarvangasana puede apoyarse en una pared para mantener la posición de las piernas. También puede emplearse una silla. Como en toda posición de yoga es fundamental tener en cuenta que se debe obtener la máxima comodidad para evitar lesiones o dolores musculares.
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