Señales de despertar espiritual: una guía para entenderlo
Muchas veces se habla de “despertar espiritual”, pero se sabe poco de este fenómeno. Lo que es peor, se lo confunde con otros tipos de crecimientos personales. Pero la verdad es que las señales de despertar espiritual son muy claras, y poco tienen que ver con otras situaciones, como el despertar psíquico.
El verdadero despertar espiritual tiene que ver con la superación del ego, con estar más allá del plano físico y material únicamente y con una sensación plena de conexión con el Universo y todo lo que nos rodea. Por eso a continuación detallaremos qué es y qué no es el despertar espiritual y cómo identificarlo.
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Senãles de despertar espiritual y el ego
Hablar de ego es hablar del “yo”, de la propiedad, la propia identidad. Cuando dices frases como “yo soy tal cosa”, “A mí tal cosa me pertenece” o “Yo pienso que esto..”, lo que está hablando es el ego. Es lo que consideras que te separa de los demás, lo que te hace ser quien eres.
El ego se asocia a la necesidad de supervivencia y es de algún modo aquello que nos guía en la vida. Se relaciona directamente con lo material, y nuestras posibilidades reales de mantenernos a salvo.
Pero los seres humanos también tenemos un yo más grande, que es nuestra alma. Y está mucho más allá del ego. Es algo Divino, que no se relaciona con las necesidades básicas, sino lo que está más allá de nosotros.
Sólo cuando logramos realmente superar nuestro ego para dejar volar el alma podemos hablar de un verdadero despertar espiritual. Pero, ¿cómo distinguirlo?
Cuáles NO son señales de despertar espiritual
El problema en la actualidad es que hay una suerte de “bypass espiritual”, como lo llaman algunos estudiosos del tema. ¿Qué significa? Que se habla mucho de espiritualidad, pero no desde un lugar profundo, sino desde la liviandad, con el único fin de hacernos sentir mejor.
Eso puede llevar a enormes confusiones y a creer que hablamos de despertar espiritual cuando en realidad sólo estamos alimentando otras formas de ego. Estas son algunas señales equivocadas o “trampas” que pueden confundirse con el verdadero despertar.
Pensar que eres “bueno” y que los demás son “malos”
Nada más alejado del auténtico despertar espiritual que sentir que eres mejor que los demás. Si estás demasiado convencido de que estás haciendo las cosas bien cuando todo el resto está equivocado, entonces aunque no lo quieras te estás dejando llevar por el ego.
Hacerte llamar una “persona espiritual”
La identificación con la religión o la espiritualidad “new age” a veces puede llevarnos a definirnos como “personas espirituales”. Pero nadie es sólo espiritual o solo material. La clave está en trascender esas limitaciones, y entendernos como un todo en el todo, igual que toda la raza humana.
Buscar todo el tiempo “el amor y la luz”
Es otra trampa de estas creencias edulcoradas, que nos hacen creer que buscar estar siempre bien y ser agradable con los demás es conectar con lo más profundo de nuestro espíritu. Cuando en verdad, el despertar espiritual tiene que ver con justamente lo contrario: enfrentar el dolor, el miedo, la ira, la culpa y atravesarlos.
Recuerda: si estás demasiado seguro de haber logrado el despertar espiritual, hay muchas posibilidades de que estés equivocado. Las certezas sobre uno mismo suelen estar alejadas del verdadero crecimiento del espíritu.
Señales de despertar espiritual que te ayudarán a entenderlo
Entonces, ¿Es imposible saber cuándo hemos alcanzado el crecimiento real de nuestro espíritu? En realidad, no tanto. En realidad, el despertar espiritual se siente más como un tránsito que como una llegada, y hay señales que demuestran que vamos por buen camino.
Primera señal de despertar espiritual: un cambio de actitud
Cuando superamos realmente el ego, naturalmente nos alejamos de conductas dañinas, como la compulsión, la adicción, la neurosis. Pero sin esfuerzo, como algo natural que decanta solo. Por eso, tampoco es de extrañar que empecemos a comportarnos con mayor amabilidad y amor con los demás.
Pero se trata de una genuina respuesta a la certeza de estar haciendo lo correcto en cada momento.
Dejar de huir de los sentimientos reales
Muchas veces se cae en una falsa espiritualidad para evadir las emociones más verdaderas (que muchas veces son las más dolorosas). El despertar implica dejar de huir de ellas y empezar a buscar el modo de sanarlas, de una vez y para siempre.
Cuando esto se logra, la sensación de libertad y bienestar hace que podamos conectar con la mejor parte de nosotros.
Tendencia a bajar la velocidad y reflexionar más
Cuando estamos despiertos espiritualmente, tendemos a pensar más y mejor y a tomarnos las cosas con más calma. Entendiendo que el ego es el que demanda urgencia, mientras que nuestra alma no tiene tiempo.
Priorizar el mundo interior
Cuando estamos dominados por el ego, casi todas nuestras preocupaciones pasan por el mundo exterior: lo que mostramos, lo que tenemos, lo que los demás piensan de nosotros.
El despertar espiritual nos lleva a poner toda la atención en el mundo interno, en nuestros propios sentimientos, la imaginación y los sueños. Entendiendo con honestidad que sólo somos dueños de nosotros mismos.
Dejar de ver las cosas en blanco y negro
Los adultos tendemos a encasillar las cosas en polos opuestos. Lo que está bien está bien, y lo que no, está mal. Sin medias tintas. Por eso, otra de las señales de despertar espiritual tiene que ver con empezar a ver las cosas de modo más global, aceptando que pueden ser ambiguas, y que cada situación es única.
De algún modo, tiene que ver también con ser más compasivo y entender que no todo tiene que girar en torno a nuestro propio sistema de valores.
Señal de despertar espiritual: una sensación de completa unidad
Finalmente, la superación del ego y el despertar espiritual tiene que ver con dejar de sentirse separado del resto. El ego nos dice que entre “yo” y el resto hay una distancia. Que hay un “nosotros” y un “ellos”.
El verdadero despertar implica entender que somos parte de un todo, una parte exactamente igual a todas las demás, y que ninguna de nuestras características personales (raza, nacionalidad, creencias, etc.) nos hace diferentes al resto de la humanidad y el Universo.
Cuando sientas que realmente te fundes con el todo y que no eres más que una partícula en esa completitud, podrás saber que tu despertar espiritual es una realidad.
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