5 señales de que estás desperdiciando tu vida tontamente
La infancia es un periodo mágico cargado de inocencia y sueños. Una época de confianza absoluta en un futuro donde se alcanzarán todas esas esperanzas que estamos sembrando. Sin embargo, la vida suele hacer de las suyas y con el paso de los años muchos de esos sueños se van olvidando. No obstante, a menudo es culpa nuestra no luchar por ellos. Entonces, ¿cuáles son las señales de que estás desperdiciando tu vida absurdamente?
En la mayoría de los casos no nos damos cuenta. Pensamos que nuestros fracasos vitales se deben a la mala suerte o a lo injusta que es la vida. El tiempo se nos va mientras andamos en el bucle eterno de las quejas constantes. Y debemos ser conscientes de que únicamente tenemos una vida. Malgastarla en acciones que nos perjudican únicamente dará lugar a que sintamos un vacío tremendo.
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Para evitar caer en ello puedes fijarte en ciertas señales inconfundibles de que estás desperdiciando tu vida. Dedicarle demasiadas horas a actividades vanales, quejarte continuamente de tu situación sin tratar de ponerle remedio o carecer de objetivos para el futuro son algunas de ellas. Conozcamos algo más detenidamente cinco de estas señales.
Algunos señales de que estás desperdiciando tu vida
Dedicas mucho tiempo a actividades vanales
Los maratones diarios de series de televisión o partidas interminables de videojuegos son el pan de cada día para muchas personas. Es entretenimiento sí, pero cuando esto se convierte en el leitmotiv de tu vida es señal de que la estás desperdiciando. Esta actividad apenas aporta valor a tu existencia y resta tiempo a la práctica de otras mucho más importantes. Es recomendable detenerse unos minutos y analizar si estas ocupaciones suponen un problema para alcanzar la plenitud deseada.
Te quejas de todo sin tratar de aportar soluciones
Hay mucha gente que no para de quejarse por lo mal que la vida la trata, pero no suele fijarse en que en muchos casos ellos son los culpables. Me han suspendido este examen…, cuando apenas se ha estudiado; estoy como una vaca, cualquier cosa que como me engorda…, cuando nunca hace deporte para mejorar la situación; estoy cobrando el paro, la cosa está muy mal…, pero nunca busca trabajo…
La negatividad genera toda una atmósfera nociva que te envuelve tras cada queja. Te conviertes en una potente fuente de malas vibraciones. La gente termina por alejarse de ti. Debido a esta actitud no emprendes ningún tipo de proyecto, dejando que pase la vida sin intentar hacerle frente.
Señales de que estás desperdiciando tu vida – No hay nada que te apasione
La ilusión es el motor de nuestras acciones más interesantes. Aquellas que nos llenan y nos hacen realizarnos como personas. Cuando esta ilusión falta actuamos mecánicamente, sin importarnos la acción que estamos desarrollando. La vida así carece del menor interés. Hay que intentar descubrir aquello que nos ilusiona para centrarnos en él.
Nos rodeamos de gente carente de inquietudes
Esta es otra importante señal de que estás desperdiciando tu vida. Prefieres estar rodeado de personas carentes de ilusión que irradian constantemente negatividad. Mal de muchos consuelo de tontos, dicen. Para cambiar tienes que poner de tu parte y esforzarte por relacionarte con personas que te aporten algo positivo. Más vale actuar antes de que sea demasiado tarde y nos demos cuenta cuando ya no nos quede tiempo.
Señales de que estás desperdiciando tu vida – Careces de planes de futuro
Cuando no hay objetivos a la vista cualquier tipo de actitud positiva termina desapareciendo. Te vuelves apático, malgastando la vida en actividades improductivas. Cada día es como el anterior y no te aporta nada. Para escapar de este terrible bucle es necesario buscar algún aliciente, un proyecto en el que embarcarte. Puede tratarse tanto de la preparación de un viaje, como la práctica de un nuevo deporte o un cambio de trabajo.