¿Qué son las siete dimensiones espirituales?
La manera de comprender la vida. Eso son las siete dimensiones espirituales que hasta ahora conocemos que existen. Simples estados de consciencia que los humanos irán develando conforme evolucione el ser. Individual y colectivamente.
Se cree que realmente existen más de siete dimensiones espirituales. Pero hasta ahora, nuestra vaga comprensión terrenal solo nos permite entender las primeras de ellas.
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Lo bueno es que, conforme tengamos acceso a estas siete dimensiones, más fácil será expandir nuestro conocimiento para percibir y descifrar las leyes y principios que forman las distintas frecuencias.
Todas ellas coexistiendo en el aquí y el ahora sin que siquiera nos percatemos.
Las siete dimensiones espirituales
Primera dimensión
La transformación de la energía en materia. La primera de las siete dimensiones es la matriz de la existencia porque en ella en coexisten las mónadas. O en el sentido científico, el inicio de los átomos y moléculas que forman el todo de la vida.
En este espacio, solo se entiende cómo comienza el ADN y se tiene un nivel de consciencia elemental. El agua, los minerales y las corrientes eléctricas y líquidas de nuestro cuerpo vibran en esta dimensión.
Segunda dimensión
La segunda de las siete dimensiones agrupa al mundo elemental. Entendemos que la vida básica y puramente instintiva se forma en este estado. La mayoría de las plantas y animales habitan en ella. Así como todo lo concerniente al curso de la naturaleza.
Tercera dimensión
Se abre el camino para la concientización del ser. La tercera dimensión es el espacio que habitan los seres humanos. En esta etapa de las siete dimensiones, nos entendemos como seres racionales e individuales capaces de tener identidad y percepciones propias.
Cuarta dimensión
La última dimensión de las siete que existen en la que somos seres físicos. Se cree que es este el estado de consciencia en el que estamos ahora. Aquí somos capaces de percibir más que el mundo que alcanzamos a ver y que nos rodea de manera obvia.
Entendemos los sentimientos, las emociones y los sueños. Dependiendo de la intensidad con la que se perciban, nuestro desarrollo estará inclinándose más hacia la tercera o primera dimensión. En ella, también comprendemos que nuestras acciones afectan el todo que habitamos.
Quinta dimensión
En este estado de consciencia están solo los maestros ascendidos y los guías espirituales. La quinta de las siete dimensiones pasa a ser energía. Podremos fusionarnos con seres que vibren en nuestra frecuencia para formar un ser de mayores dimensiones.
Así, la quinta dimensión representa el despertar. Pasamos de ser mortales a almas infinitas gracias al nivel elevado de sabiduría colectiva que hemos desarrollado. En este estado, seremos capaces de elegir convertirnos en el orientador de otras almas de las dimensiones anteriores.
Sexta dimensión
Desde donde comienza la vida. En la sexta dimensión, el estado de consciencia nos permitirá concebir las células de las primeras tres dimensiones.
También se le señala como la dimensión de la iluminación. Es como si se tratara de una gran biblioteca de almas de luz, que está ubicada a un paso de Dios.
Séptima dimensión
La morada de Dios habita en la séptima dimensión. Es la frecuencia de integración total del ser. A este estado solo podremos ascender cuando seamos amor puro y nuestra energía vibre de esa manera.
En esta dimensión no quedan partes dispersas y existe una nueva perspectiva de integración. En ella no existen formas. Solo colores y sonidos. Sin embargo, y aunque en este nivel solo se conoce el uno que se forma con otros, también somos capaces de concientizar los estados que transitamos.
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