Sigilos, los símbolos mágicos que representan un deseo
Antiguamente los sigilos significaban una especie de firma gráfica generada por una entidad espiritual. Sin embargo, el paso del tiempo ha dado lugar a una evolución de la magia, apareciendo nuevas escuelas como la de la llamada magia del caos.
Es una escuela heterodoxa de la magia postmoderna. Su principio fundamental es la utilización libre y pragmática de cualquier tipo de creencias por parte de sus practicantes. Pueden utilizar sus creencias como una herramienta. Entre las fuentes comunes en las que se pueden inspirar está la ciencia ficción, la filosofía oriental, las teorías científicas o la experimentación individual.
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Los sigilos constituyen una de las técnicas más usadas en los rituales de la magia del caos. Para que el sigilo se active hay que visualizarlo primero cuando se está en un estado de concentración absoluta, permitiendo así asimilarlo por el subconsciente en su totalidad.
El objetivo de estos símbolos es la representación gráfica de aquello que se desea conseguir o transformar. Su elaboración no es complicada, tan sólo hay que centrarse en el propósito que buscamos y poner toda nuestra energía en la creación del símbolo. Tener claro lo que buscamos resulta fundamental para poder tener éxito en nuestro proyecto.
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Pasos para crear sigilos
Los materiales necesarios para poder crearlos los encontramos en cualquier casa. Tan sólo hace falta un lápiz y un papel. También podemos utilizar una vela, aunque esto ya dependerá de cada uno.
- En el papel escribimos nuestra intención. Aquello que queremos conseguir. Debe ser escrita de forma clara y concisa. Por ejemplo: «Quiero paz en casa».
- Una vez que hemos escrito nuestro deseo, tachamos todas las vocales que existen en la frase. En este caso, tacharíamos la u, i, e, o, a, e, a y a.
- Cuando terminemos, tachamos aquellas consonantes que están repetidas. En el deseo elegido no se repite ninguna consonante.
- Con las letras resultantes debemos hacer una composición, que es lo que dará lugar al sigilo. En el ejemplo, deberemos ver cómo acomodar las consonantes q, r, p, z, n, c y s para que formen un patrón. Terminará generándose un símbolo que representará el deseo que queremos que se realice.
- Cuando hayamos terminado, podremos activar el sigilo pasándolo a limpio en otra hoja nueva. La tinta utilizada dependerá de nosotros, de lo que creemos más adecuada para la intención que buscamos. Lo más importante es aplicar toda nuestra energía en el momento en el que lo copiamos, centrando nuestro deseo.
- Una vez que lo terminamos, lo mejor es dejarlo guardado en algún lugar para no obsesionarnos con la consecución del resultado. La preocupación constante ejerce de energía negativa que evita el éxito de nuestro proyecto.
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