Simbolismo del abedul en las diversas culturas
El árbol es uno de los elementos más emblemáticos y simbólicos que existe. Su continuo crecimiento y su verticalidad, símbolo de la unión de la tierra con los cielos, está íntimamente ligado al hombre y a la madre tierra. En este artículo veremos el simbolismo del abedul, este hermoso árbol sagrado para la cultura celta.
Simbolismo del abedul
El abedul es un árbol sagrado para los pueblos siberianos y celtas. Considerado Axis Mundo (el eje del mundo) era venerado por su belleza y por su particular corteza blanca-plateada. Se asociaba tanto a la luna como al sol en simultáneo, al padre y la madre, a lo masculino y femenino.
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Son muchos los simbolismos atribuidos al abedul, pero en términos sintéticos es la conexión entre lo terreno y lo eterno, es por donde baja la energía de los planos superiores, de los cielos, y por donde sube la inspiración humana hacia lo alto.
El abedul
El abedul es el nombre de una familia de árboles Betulaceae, originario de Europa y Asia, donde crece, principalmente, a las orillas de ríos, arroyos y lagunas. Alcanza entre los 10 a los 30 metros de altura y su nombre proviene del latín betūlla, siendo el más conocido el Betula alba, que hace referencia al color de su corteza: blanco-plateada.
Las hojas del abedul son simples, serradas, romboidales de 3 a 6 cm, variando ligeramente según la especie. Sus ramas son flexibles y su corteza blanquecina. Las flores se encuentran reunidas en inflorescencias de color amarillo en los ejemplares masculinos, verde claro en los femeninos. Florece en abril o mayo.
Se puede encontrar principalmente en el hemisferio norte, en Europa (en los países nórdicos llegan a formar grandes bosques), en parte de Asia, América del Norte y el norte de África.
En la cultura celta
En los mitos celtas, galos y astures el dios Belenus y la diosa Frigga estaban simbolizados en el abedul. El primero era el dios de la luz, brillante, sol fuego. La diosa Frigga por su parte es la diosa de la fertilidad, de la fidelidad, del amor, es la madre dadora de vida, ambos representan las energías renovadoras.
El abedul al igual que estos dos dioses, es el árbol de la renovación, del comienzo, es el primer árbol en que renacen sus hojas en primavera. Su presencia es símbolo de juventud y pureza, del despertar de la vida, de una nueva oportunidad vital.
Gracias a su gran robustez y su resistencia a las inclemencias del clima, nace el culto a este árbol por su fuerza, su renovación, su protección. Se le otorgaba el poder de proteger contra el mal. Con su madera se construían las cunas y los sonajeros de los bebés, cumpliendo así una función de protección y purificación de la nueva vida.
También en la cultura nórdica, este árbol se relaciona con Thor, el dios del trueno. Simboliza el regreso de la primavera y todas las fuerzas y energías que se relacionan con esta estación.
En Gales y en otros países nórdicos los enamorados se regalaban guirnaldas hechas con flores de abedul como símbolo de amor y protección contra los malos espíritus.
También los enamorados ponías ramas de abedul en las puertas de sus amadas y/o bailaban alrededor de un abedul, en honor a la diosa Frigga, diosa del amor, la belleza y la fecundidad.
Para otras culturas
Las ramas de abedul en la Roma antigua eran utilizadas para construir las fasces (haces) con un hacha en el centro que simbolizaban el poder corrector de la ley. Estas fasces dieron origen a la palabra fascismo, por ejemplo el hacha de Mussolini en el centro rodeada de ramas de abedul.
Las haces también se utilizaron en otras culturas como una rama benéfica, pero también de autoflagelación, ya que la idea era depurarse, sanarse y renovarse, así se utilizó en Finlandia, en algunas órdenes religiosas y en algunos pueblos norteamericanos para auto azotarse.
En el hinduismo el abedul también es un árbol de culto, su nombre en sánscrito es bhirga, y se asocia a la diosa Saraswati, diosa de la palabra, las artes, la música y el conocimiento.
En Japón, cuenta la tradición, que las mujeres cuando portaban una flor de abedul significaba que estaban disponibles para ser cortejadas; si portaban una rama de abedul sin hojas significaba que no había posibilidad de una relación; si llevaban raíces significaba que estaba casada, y si una mujer regalaba una flor de este árbol a un hombre era una declaración de amor.
Finalmente, en la tradición de las brujas, se dice que las escobas llevan ramas de abedul atadas junto con las de mimbre en honor a la diosa de la luna. También se utiliza una escoba de palo de fresno y ramas de abedul para barrer y expulsar a los demonios de la casa.
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