Sincronicidad: nada ocurre por casualidad en nuestras vidas

La sincronicidad es una teoría que explica la forma en la que dos fenómenos, o sucesos, ocurren de forma simultánea, al ser atraídos entre sí, sin ser producto de la casualidad. Muchas veces ocurre que pensamos en una persona y, al poco tiempo, nos llama, escribe o la encontramos en la calle. En realidad, no ocurre de forma casual o aislada sino por una conexión que ocurre entre nuestro interior y el exterior.

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Origen de la sincronicidad

Se dice que grandes filósofos griegos como Platón ya hablaban de la trascendencia de las ideas. Por su parte, Pitágoras y Heráclito expresaron la existencia de un vínculo directo entre el ser humano, el universo y la consciencia. Hipócrates hablaba, incluso, del principio de la totalidad del universo. La sincronicidad es la base de muchas filosofías, como la taoísta, bajo la figura de la interconexión, principio compartido por el budismo y el hinduismo.

En la cultura oriental, existe el oráculo I Ching, en el cual se corrobora el principio de sincronicidad. El lanzamiento de las monedas, y la respuesta que se obtiene a las preguntas de la persona que realiza el planteamiento o pregunta, guarda relación con esa conexión entre las personas y aquello que ocurre a nuestro alrededor.

Uno de los propulsores de esta corriente es el psicólogo Carl Jung, quien, en 1929, estableció que entre las personas y el entorno existe una conexión que no tiene una explicación racional. De esta forma, son atraídas muchas situaciones ante el llamado que proviene del interior.  El científico concluyó que las respuestas externas ocurren sin ser esperadas, aunque siempre tienen lugar en un momento oportuno.  Tienen la capacidad de modificar la forma en la que actuamos y alterar el desenlace de los acontecimientos. Jung consideraba que todo cuanto ocurre no se trata de un grupo de situaciones que se producen aisladamente, sino que tienen un mismo hilo conductor que termina por decretar que las cosas pasen.

Principios de la sincronicidad

Para que tenga lugar la sincronicidad, es necesario que las personas estén atentas al entorno e para identificar las situaciones desde otra óptica. La explicación que podría dársele a la ocurrencia de esto fenómenos, que pareciera no tener un argumento racional, es conocida con el nombre de «insight», momento que surge producto del significado espontáneo y no pensado.

Todas las personas forman parte de una sincronicidad. Lo que sucede es que no le prestan atención, precisamente por el intento permanente de encontrarle una explicación racional a todo. Conectarse con la magia del universo no es tarea fácil para aquellos que siempre están acostumbrados a pensar en términos científicos.

En muchos casos, también se relaciona la sincronicidad con otro fenómeno conocido como la Ley de Atracción. Se afirma que son atraídas hacia las personas todo aquello que se encuentra en los pensamientos, tanto lo bueno como lo malo. Posterior a la teoría de Jung, algunas corrientes establecieron vínculos con ciencias como la psiquiatría, la psicología, la sociología y la neurología.

Cómo aprender a identificar la sincronicidad en nuestras vidas

Mantenerse atentos

Estar al tanto de todo cuanto ocurre y aprender a verlo con otros ojos, desde otra perspectiva. Comprender que desde la soledad y el alejamiento no es posible obtener respuestas. Jung consideraba que la sincronicidad pretende que las personas abandonen su pensamiento egocéntrico, que les considera el centro de todo y realmente se integren a la vida.

Conectarse con el interior

La mejor forma de lograr identificar cuando estamos ante la sincronicidad es el autoconocimiento. No puede considerarse como una pérdida de tiempo el dedicar momentos a la meditación.

Promover la creatividad

Ver más allá de nuestros sentidos, fomentar actividades que nos doten de herramientas para maximizar nuestra creatividad. Hablamos de actividades relacionadas con la pintura, la música o la danza, por ejemplo.

Dejar de ser aprensivos

Otra recomendación consiste en no pretender tener el control de todo cuanto ocurre. Así logramos tener un contacto mucho más personal con la vida. Algunas personas acostumbran a tomar un libro y leer la página en la que justamente se abrió, para identificar el mensaje que el universo pretende comunicar.

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