Sólidos platónicos: cómo utilizarlos para armonizar tu vida
Los sólidos platónicos son poliedros convexos que tienen dos características distintivas. Todas sus caras están compuestas por polígonos regulares iguales entre sí, y todos sus ángulos son iguales. Son tan particulares que solo existen cinco que cumplen ambas características: el tetraedro, el cubo, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro
Su simetría y enorme armonía los han convertido, desde la historia más remota, en objetos de admiración. De hecho, deben su nombre a que el filósofo Platón los estudió en profundidad, y les adjudicó a cada uno una relación con un elemento de la naturaleza: aire, agua, tierra, fuego y éter. También son conocidos como sólidos regulares o perfectos.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
Esa relación con los elementos de la naturaleza hace de los sólidos platónicos elementos cargados de energía. Tienen que ver con la armonía del Universo, e incluso hay cristales que naturalmente tienen forma de alguno de ellos. Todo eso convierte a los sólidos platónicos en elementos perfectos para usar con el objetivo de armonizar los espacios y la vida. Esto es lo que debes saber de cada uno de ellos.
Lee también: Aprende sobre el funcionamiento de los chakras
Sólidos platónicos: características de cada uno
Tetraedro
También es conocida como pirámide, aunque esto puede generar cierta confusión: pues el tetraedro no tiene base cuadrada. En cambio, está compuesto por cuatro caras con forma de triángulo, 4 vértices, 4 lados y 6 aristas.
Se lo ha asociado con el fuego, y con el color amarillo. A su vez, se relaciona con el tercer chakra: el plexo solar.
La apofilita es uno de los cristales que tiene esta configuración de forma natural. Entonces, puedes conseguir y usar ese cristal en momentos en los que sientas que te falta energía o que te agobia el estrés; pues el poder del fuego te ayudará a revitalizarte.
En la casa, se puede colocar este cristal en las zonas más frías y húmedas.
Cubo
El hexaedro, más conocido como cubo, es uno de los sólidos platónicos más comunes. Está compuesto por 6 caras en forma de cuadrado, 8 vértices y 12 aristas. La pirita en su forma natural a veces se configura en esta forma.
El cubo se asocia al elemento tierra y al color rojo. Además, está ligado al primer chakra, la raíz.
Simboliza, entonces, la energía estable, lo práctico, lo material. Tener un cubo ayuda a ahuyentar los miedos, pues su solidez es signo de confianza. También se asocia con la materialización de los planes y sueños: es buena idea tener un cubo en el escritorio de trabajo, cerca del lugar donde guardamos el dinero, o en cualquier sitio que represente para nosotros el trabajo y los proyectos.
Octaedro
El octaedro tiene 8 caras compuestas por triángulos, 6 vértices y 12 aristas. Se relaciona con el elemento aire, y el color verde. Los cristales que más comúnmente pueden tener esta forma son los diamantes.
Como se relaciona con el aire, puedes usar el octaedro en aquellos lugares donde sientas que la energía se estanca: el octaedro representa la expansión, el fluir.
Además, esta figura se asocia al cuarto chakra, ubicado en el pecho. Es un excelente amuleto contra la tristeza y los males de amor.
Icosaedro
El icosaedro tiene 20 caras en forma de pentágono, 12 vértices y 30 ángulos. Se asocia al elemento agua y al color naranja.
En la naturaleza es muy difícil encontrar esta figura, ni siquiera en los cristales. Sin embargo, puedes fabricar un amuleto con esta forma tú mismo.
Se relaciona con agua y con el color naranja. Además, está ligado al segundo Chakra, el sacro; este se encuentra en la zona pélvica y tiene que ver con lo emocional. Por eso, este sólido platónico es perfecto para ayudarte a conectar con tus emociones más profundas.
Además, por estar asociado al agua, puede servir como amuleto en negocios u oficinas: implica avanzar, estar en permanente movimiento.
Dodecaedro
El dodecaedro tiene 12 caras con forma de triangulo, 20 vértices y 30 aristas. Este último sólido perfecto fue relacionado por Platón al éter: el espíritu universal.
Simboliza la conexión del alma con la Madre naturaleza, y la energía femenina. Por eso es un gran elemento para fomentar la relajación y sensación de seguridad: puedes tener una imagen del dodecaedro en salas de esperas, consultorios o dormitorios.
Además, se asocia con el quinto chakra: la garganta. Por eso su energía tiene el poder de ayudarte a expresar tus sentimientos, y obtener la mejor versión de ti mismo.
El cristal que naturalmente tiene esta forma es el granate.
También te puede interesar:
- Conoce cómo aplicar las etapas de la espiritualidad en tu vida
- Piedras de los chakras para potenciarlos
- Beneficios de los chakras en tu salud y bienestar