Taichí, el arte marcial de los movimientos lentos y fluidos
Mientras que, en Europa y Estados Unidos, es corriente ver los parques llenos de gente corriendo y haciendo deporte, en China lo más habitual es contemplar a miles de personas practicando Taichí en ellos. Movimientos lentos y fluidos, cuyo fin es cuidar y mejorar el estado del cuerpo y de la mente. Como vemos, son dos sistemas diferentes pero que tienen un mismo propósito: llevar una vida saludable.
En sus inicios, el Taichí era un arte marcial destinado a formar para la lucha cuerpo a cuerpo, ya fuera con armas o sin ellas. Sin embargo, con el paso del tiempo evolucionó en una práctica de carácter físico y espiritual. Y es que el Taichí resulta beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente, a través de la meditación en movimiento.
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Modalidades de Taichí
Aunque hay varias modalidades, las más importantes son las del estilo Chen y el estilo Yang. Optar por la práctica de una u otra dependerá de nuestra forma física. Cada una de ellas tiene unos movimientos concretos y unas respiraciones particulares y deberemos tener en cuenta cuál nos conviene más realizar.
Taichí Chen
Suele constar de ejercicios moderados, aptos para todo el mundo. Sin embargo, en esta modalidad se pasa del relax al ímpetu y la exaltación en un solo movimiento. No hay un paso progresivo, lo que aumenta su complicación. Pese a ello, cualquier persona habituada a la disciplina necesaria puede realizarlos.
Taichí Yang
Esta modalidad en cambio sí resulta mucho más moderada. Ideal para neófitos y personas de mayor edad. La mayoría de los movimientos a realizar son suaves, prolongados y sin variación en la fuerza ejercida o el ritmo de las respiraciones.
Beneficios que genera el Taichí
- Ayuda a mejorar el equilibrio del cuerpo.
- Su práctica permite aumentar la flexibilidad, fuerza y resistencia de los músculos.
- Ayuda a mejorar la movilidad y fortalecimiento de las articulaciones. No son sometidas a tensiones o sobrecargas y se buscan siempre las posturas correctas.
- Mantiene la capacidad aeróbica la cual tiende a reducirse con el paso de los años. El Taichí permite conservarla al realizar esta práctica de manera habitual.
- Favorece la circulación de la sangre con sus movimientos suaves.
- Activa el funcionamiento intestinal.
- Reduce el estrés gracias a la concentración y respiraciones realizadas. Genera entonces un magnífico estado relajación que oxigena el espíritu.
- Ayuda a potenciar la concentración. La mente permanece activa en todo momento, pendiente siempre de cualquier movimiento.
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