Teoría de la tierra hueca. ¿Hay vida en su interior?
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¿Ya oíste hablar de la teoría de la tierra hueca? Según esta teoría la tierra no estaría llena sólo de lava volcánica y minerales, sino que sería hueca y que habría entradas en los polos por donde nos visitarían esporádicamente habitantes de una raza muy avanzada tecnológicamente que habita en el centro de la tierra.
La teoría de la tierra hueca
La teoría de la tierra hueca no nace con las afamadas novelas de ciencia ficción de Julio Verne “Viaje al centro de la tierra” (1864) o los relatos de Pellucidar, (1914) de Edgar Rice Burroughs el mismo creador de “Tarzán”.
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La creencia de que la tierra es hueca ha pasado por varias civilizaciones, desde los griegos hasta los mayas, siempre con un trasfondo religioso. Era una creencia común que las profundidades de la Tierra también serían las profundidades del infierno, donde se enviarían almas impuras, sufriendo por la eternidad.
A finales del siglo XVII el astrónomo, matemático y físico inglés Edmund Halley (descubridor del cometa Halley) propuso que la Tierra estaba hecha de esferas concéntricas del tamaño de los planetas interiores cada una de las cuales contendría vida.
Las dos capas internas tendrían un diámetro comparable a la de Marte y Venus, mientras que el núcleo interno era tan grande como el planeta Mercurio. Lo más sorprendente fue Halley proponía que cada una de estas esferas podía soportar la vida. La aurora boreal, según Halley, podría deberse por la iluminación de gas que escapa del interior en nuestra atmósfera.
En el siglo XVIII, otros científicos hicieron cambios a esta teoría, pero nunca la rechazaron. Leonard Euler concibió un sol en el centro de la Tierra, dotando de luz y calor a sus habitantes, mientras que Sir John Leslie creía en la existencia de dos soles, Plutón y Proserpina. Hoy, los estudiosos ya han descubierto lo que realmente causa perturbaciones en la esfera electromagnética de la Tierra, desechando todas estas teorías.
La teoría de la tierra hueca también tuvo un auge en el siglo XX gracias a varios viajes que hizo al almirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur. Según el investigador Amadeo Giannini, este aventurero no habría viajado sólo a los polos, sino que habría entrado hacia el interior por ellos.
Ray Palmer, editor y ufólogo se basó en estas afirmaciones para defender la teoría de la tierra hueca argumentando que los relatos de Byrd así lo corroboraban, según sus investigaciones, afirma que Byrd transmitió por la radio del avión en el que viajaba que veía extensiones de tierra con montañas, bosques, lagos y ríos, entre otros.
Palmer afirmó que Byrd antes de morir diría que el planeta, en la región del Polo, era un universo encantado y celestial, lleno de misterios. Según algunas tesis, se referiría a la mítica Ciudad del Arco Iris, centro de una civilización fantástica.
Agartha la ciudad de la tierra hueca
Agartha o Agarta, a veces llamada Agharta, sería un reino ubicado dentro de la Tierra, y en este sentido, la creencia en su existencia estaría asociada con la teoría de la tierra hueca y la capital sería Shambhala.
Desde los nazis, pasando por los rusos y hasta los budistas tenían teorías sobre la existencia de la ciudad de Agartha. Se la sitúa bajo el desierto de Gobi o las montañas del Tíbet, y se supone que se comunica con el resto del globo a través de una red de galerías subterráneas.
Este gran reino tendría portales en varios continentes, y entre las supuestas entradas más famosas, una estaría dentro de una pirámide de Egipto, otra en Kentuchy en los Estados Unidos, otra en Italia y otra en el noreste de Brasil. Pero la teoría enumera muchos otros puntos en la tierra donde se supone que existen portales.
Los defensores de estas teorías afirman que no sólo hay habitantes en la capital Shambhala, sino también dicen que hay otras ciudades, las cinco más importantes son:
- Shonshe: refugio de una rama de la raza lemuriana, con la entrada a través de los Himalaya, 3,5 millones de habitantes.
- Shingwa: entre la frontera entre China y Mongolia, con 1,5 millones de habitantes.
- Telos: cerca del monte Lassen, California, con 1,5 millones de habitantes.
- Poseid: el primer refugio de los antiguos habitantes de la Atlántida, con la entrada en el estado brasileño de Mato Grosso, con una población de 1.3 millones de habitantes.
- Rama: cerca de Jaipur, India, 1 millón de habitantes.
