Terapia de ahuecamiento. Evita el estancamiento de la sangre
Dentro de los diversos tipos de terapias alternativas que se preocupan por el cuidado del cuerpo con métodos diferentes a los ortodoxos de la medicina tradicional encontramos la terapia de ahuecamiento.
Se trata de una técnica que basada en la colocación de ventosas en la piel para facilitar el flujo de la sangre. Y es que este remedio chino tradicional entiende que el ahuecamiento genera un vacío en la piel del paciente que da lugar a que no se estanque la sangre.
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Y es que el flujo contínuo de ésta a través del sistema circulatorio sirve para asegurar el Qí, que es como se denomina al flujo vital de energía. Cuando se aumenta este flujo, la terapia de ahuecamiento puede entonces ayudar a hacer frente a enfermedades muscoesqueléticas o respiratorias.
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Cómo realizar la terapia de ahuecamiento
Su popularidad en los últimos años se debe a que ha sido utilizada por numerosos atletas muy famosos para curarse los dolores musculares generados por el ejercicio de su profesión. Así tenemos los casos del nadador Michael Phelps o el gimnasta Alex Naddour.
Las ventosas que dan lugar a la terapia de ahuecamiento originalmente estaban fabricadas en cristal, bambú o cerámica. Actualmente las ventosas están hechas de silicona.
El aire de dentro de las copas es calentado para crear un vacío. Para lograrlo se vierte una pequeña cantidad de alcohol y se enciente, quemando un reducido trozo de papel dentro de la ventosa. Cuando el fuego se extingue las ventosas se colocan inmediatamente en la piel para generar así el efecto succión.
La piel tiene que estar al aire. Lo habitual es que se coloquen en el dorso, los brazos, las piernas, la frente e incluso el cuello. El número de ventosas a utilizar en la terapia de ahuecamiento dependerá de la dolencia a tratar. La piel sufre un suave efecto de succión seguido de una sensación de calor, lo que da lugar a que el paciente se relaje.
Efectos secundarios de la terapia de ahuecamiento
El más evidente son las manchas que deja sobre la piel en aquellos lugares en los que se han colocado las ventosas. Sin embargo, no tienen ningún peligro y desaparecen en un par de días o como mucho una semana.
Cuando los colores son rojos más brillantes indican que el paciente goza de buena salud y desaparecen rápidamente. Si aparecen colores más oscuros servirán para indicar el estancamiento del flujo de la energía vital y tardarán más en desaparecer.
La terapia de ahuecamiento es una técnica curativa alternativa que facilita el flujo continuo de la sangre mediante el uso de unas ventosas especiales.
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