Todos somos uno con el universo
Prueba de que somos Uno con el Universo es que de hecho experimentamos la naturaleza en nuestra conciencia, y no hay otra fuente para la realidad tal como la conocemos, mediante la percepción cognitiva de nuestra propia conciencia.
Todo comenzó con el Big Bag, el Origen, y luego vino todo lo material, se crearon los átomos y los sub-atómicos. Al ir a la causa y por deducción, podemos darnos cuenta entonces que todos somos uno desde el origen experimentando sin embargo la separación en este plano físico terrenal. En otras palabras somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal. Todos llegamos a este mundo dual compartiendo el mismo orígen, la creación del Universo.
Prueba de que somos Uno con el Universo es que de hecho experimentamos la naturaleza en nuestra conciencia, y no hay otra fuente para la realidad tal como la conocemos, mediante la percepción cognitiva de nuestra propia conciencia. Si algo es real peri no puede ser percibido en la conciencia humana, nunca lo sabremos. Imposible saberlo entonces.
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Debemos darnos cuenta de que todo en sí, está vinculado a la interpretación del observador humano. Sin el observador no existe de hecho la realidad. Se necesita un observador para comprender y ser consciente.
El universo en el que vivimos es una construcción humana
El universo en el que vivimos es una construcción humana, según el observador, que incluye todo lo que hay en él.
Toda actividad tiene lugar en la conciencia. Si deseas señalar dónde están las estrellas, no hay una ubicación física, porque la conciencia no es una ”cosa» sino el concepto, la idea de esa ubicación.
El cerebro no es la sede de la conciencia, sino que actúa más como un receptor de radio, y tal vez como un emisor, traduciendo la actividad consciente e inconsciente de frecuencia vibratoria. El receptor describe el circuito de retroalimentación entre la mente y el cerebro, que en realidad no están separados sino que forman parte de la misma actividad complementaria en la conciencia.
Para comprender nuestra verdadera unicidad con el universo, debemos aprender mucho más sobre la conciencia y cómo convierte la mente en materia y viceversa.
Estas son verdades difíciles de aceptar para los científicos convencionales, y algunos reaccionarían a ellas con escepticismo, incredulidad e incluso ira.
Sin embargo algunos físicos están comenzando a hablar de un universo consciente de unicidad , donde la conciencia es un hecho en toda la Naturaleza. De hecho, los fundadores de la mecánica cuántica hace un siglo estuvieron más de acuerdo con este punto de vista, habiendo entendido que la mecánica cuántica implica observación y agencia de la mente.
La unidad es uno de los conceptos más difíciles de asimilar para la mayoría de las personas
La unidad es uno de los conceptos más difíciles de asimilar para la mayoría de las personas, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en el plano terrenal de los sentidos. Ver más allá conllevaría hacer como digo yo, un salto cuántico.
La unicidad con el Todo, la conciencia de Unidad es una idea que se originó en Advaita Vedanta. Esta filosofía afirma que el universo no es dual, lo que básicamente significa que es una gran cosa en oposición a la visión más común del universo formado por muchas pequeñas partes individuales. En el no dualismo, el hombre no es visto como separado de Dios, sino como Dios mismo, el Universo, como quieras llamarlo, la Fuente, el Origen.
Todo esta unido, en conexión, inter-relacionado
Esta idea está incluso en la tradición cristiana. “Así como un cuerpo, aunque es uno, tiene muchas partes, pero todas sus muchas partes forman un cuerpo, así es con Cristo”, dice 1 Corintios 12:12. Continúa con el versículo 15:
Ahora bien, si el pie dijera: “Porque no soy mano, no soy del cuerpo”, no dejaría de ser parte del cuerpo por eso. Y si el oído dijera: “Porque no soy ojo, no soy del cuerpo”, no dejaría por eso de ser parte del cuerpo.
Se entiende la implicación holística de este diálogo bíblico.
Pablo (el apóstol) pensó en Cristo como el Uno y en lo que comúnmente se percibe como cosas separadas de los seres (incluido el hombre) como parte integral del Uno. Él ve al Uno como un cuerpo y a los seres separados como miembros del cuerpo.
Entonces, cuando Jesús dijo, “Ama a tu hermano como a ti mismo”, simplemente significa ámate a ti mismo; porque eres el Universo y tu hermano también es el Universo. De ahí la lógica de la Ley Universal: ”no pienses en hacer a tu prójimo como no quisieras que tu prójimo pensara en hacerte a tí”.
Se sabe: «No puedes amar a nadie de verdad hasta que te amas a ti mismo». Llegamos a la misma conclusion. El otro eres tú, y si no te amas a ti mismo, en realidad no amas al otro.
La visión aceptada Newtoniana por muchos todavía de la realidad sostiene que los seres humanos existen en el contexto de un vasto universo físico «ahí fuera». Solo un místico dudaría de esta descripción, y sin embargo todos deberíamos hacerlo.
Erwin Schrödinger, uno de los principales fundadores de la mecánica cuántica, dijo cuando declaró que los fotones, esos cuantos de luz, no tienen color, tales propiedades surgen en la biología de la percepción, en el nivel de conciencia del observador.
Esas son afirmaciones de gran relevancia, sobre todo porque incluyen la unicidad, y de hecho la mecánica cuántica está dando en realidad muchas respuestas que no conocíamos en el pasado. Ahora sabemos más pero aún falta mucho por recorrer.
Las galaxias más distantes a miles de millones de años luz de distancia no tienen realidad sin nosotros, porque todo lo que hace real a cualquier galaxia, con la multitud de estrellas con su calor, luz emitida y masas, las posiciones de las galaxias distantes en el espacio y la velocidad que lleva a cada galaxia distante a una velocidad enorme —la realidad requiere un observador humano con un sistema nervioso humano. Si nadie existiera para experimentarlo, nada podría ser real tal como lo conocemos.
Si las cualidades de la naturaleza son una construcción humana que surge de las experiencias humanas, la existencia del universo físico «ahí fuera» debe ser cuestionada según el antiguo paradigma así como nuestra participación en tal universo. Somos parte del Universo, unicidad en esencia y origen en acción y protección dual.
Somos Uno con el Todo.
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