Virgen de Chiquinquirá, conoce a la patrona de Colombia
La Virgen María muestra su amor y protección a todos los seres humanos bajo las más variadas advocaciones. Una de ellas es la de la famosa Virgen de Chiquinquirá. Tanta importancia tiene esta pintura del siglo XVI que se ha convertido en patrona de Colombia, de la ciudad de Caraz en Perú y del Estado Zulia en Venezuela.
Se trata de una pintura realizada por el pintor español Alonso de Narváez en el año 1562. El cuadro pasó entonces por diversas vicisitudes que le hicieron empeorar su aspecto, hasta que un milagro lo devolvió a su estado original en 1586. La devoción por la Virgen de Chiquinquirá nacerá en este momento y se irá incrementando en los siglos venideros.
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Historia de la Virgen de Chiquinquirá
A lo largo del siglo XVI los frailes dominicos se aventuraban en Colombia con el noble objetivo de evangelizar la zona centro del país. Entre los españoles que llegaron allí estaba Antón de Santana, cuya intención era construir una gran casa con dependencias para gestionar la administración de los colonos, los esclavos y los indígenas. Tenía además que erigir una capilla en Suta para celebrar los oficios religiosos.
Poco tiempo después llegó el fraile Andrés Jadraque. Propuso adornar la capilla con un cuadro de la Virgen del Rosario, advocación bajo la que estaba la Orden Dominicana a la que pertenecía. Al tener noticia de que cerca de allí vivía el pintor español Alonso de Narváez, fueron a verle.
El encargo lo aceptó con ilusión Alonso de Narváez. En dicho acuerdo establecieron que a ambos lados de la Virgen del Rosario estarían San Antonio de Padua y San Andrés. El primero era el patrono de Antón de Santana y el segundo el segundo el del fraile Andrés Jadraque.
Creación y deterioro de la Virgen de Chiquinquirá
El lienzo, elaborado con algodón indígena y con unas medidas de ciento veinticinco centímetros de ancho por ciento once de alto se terminó en 1562. Estuvo en la capilla hasta el año 1574. Las condiciones del pequeño templo eran tan malas (humedad, techo de paja), que con el tiempo la imagen apenas se podía apreciar.
De la capilla se trasladó, dentro de la misma región a una solitaria habitación de la población de Chiquinquirá. Su abandono era tal que a veces se utilizaba para secar maíz al sol.
Milagro del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá
Fue en el año 1586. A la población llegó una mujer nacida en Sevilla llamada María Ramos. Era muy creyente, así que cuando se enteró de la existencia del cuadro de la Virgen abandonado fue en su auxilio. Arregla el oratorio de la capilla y restaura como puede el lienzo.
En su visita diaria rogaba a la Virgen que se le apareciese. Tanta fe puso en ello que al final ocurrió. Fue en el veintiséis de diciembre de ese año. Al salir del oratorio se cruzó con una mujer indígena y su hijo. Segundos después le gritaron señalando al cuadro: ¡Mire, mire, señora! La pintura brillaba con sus colores originales. No quedaban restos de los rasguños producidos por el paso del tiempo. Nace así entonces la devoción por la Virgen de Chiquinquirá.
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